La denominada Feria Libre es el lugar más concurrido por los cuencanos para realizar las compras de útiles y uniformes, antes del inicio de clases que arranca el próximo lunes. Para muchos ciudadanos es el lugar donde los costos son más bajos, en comparación con los almacenes del centro histórico.

José Zambrano dijo que llegó a la una de la mañana con mercadería desde el norte del país. Trajo camisetas, medias, y zapatos para la venta, pero a las dos horas ya no tenía, pues le compraron al por mayor y se quedó esperando su regreso a Ibarra hasta el medio día. “Llegaron unos clientes y se llevaron todo. Había como 2 mil dólares en mercadería”, dijo.

Según los dirigentes de la Feria Libre son más de 800 los comerciantes que trabajan cada miércoles en este lugar, pero ayer fue un día especial porque están a una semana de clases y el comercio crece mucho más. Los padres de familia buscan medias, pantalones, casacas, ropa interior y zapatos.

“Gracias a Dios me ha ido muy bien hoy. Vendí como 100 pares de medias”, dijo Teresa Pintado, en uno de los puestos de venta del sector, que además es uno de los mercados más grandes que tiene Cuenca.

La comerciante manifestó que muchos progenitores llegan hasta este sitio para comprar prendas de vestir. Ella vende el par de medias en $1, mientras en otro sitio el mismo producto de la misma marca y material tiene un costo de $1.70. Por una casaca Yolanda Torres pagó  $38, pero por una igual le pidieron $48 en la zona céntrica.

Los jeans escasearon ayer por la gran demanda. Los costos varían de acuerdo al tamaño y a la calidad del material. “Tengo desde 12 dólares hasta los 20 dólares”, dijo Romel Cárdenas, mientras atendía a los clientes en su pequeño puesto cubierto de plástico para evitar el frío de la mañana y la leve llovizna que caía sobre el sector.

Los que conocen el movimiento en el lugar sugirieron a los ciudadanos llegar  temprano para realizar las compras. “Yo estoy desde las 5:30 para comprar a los dueños de la mercadería, pero a veces se hace muy difícil porque los grandes comerciantes llegan y se llevan todo”, señaló Hilda Moreno.

Los que acuden a la Feria se quejaron de la poca vigilancia que existe, sobre todo en horas de la madrugada. Señalan que los delincuentes merodean por el sitio y que no pueden estacionar sus carros por temor a que los ladrones se lleven lo que hay en el interior.

Por esta situación, los espacios destinados a áreas verdes se convierten en la madrugada en zonas de parqueo. Desde las 07:30 winchas de la Empresa de Movilidad de la Municipalidad retiran los carros con la multa respectiva.

Ayer incluso un vehículo perteneciente a una entidad de la provincia de Zamora Chinchipe fue remolcado hasta los patios de la Emov.

También los ciudadanos piden que se controlen las compras. Según ellos, dueños de boutiques en Cuenca acaparan con el comercio y luego venden el mismo producto en sus tiendas del centro de la ciudad con un recargo de al menos 25%.