Levantarse y dar gracias a Dios por un día más de vida es una práctica que realiza María Yanchaliquín desde temprana edad. Sus padres católicos le enseñaron que ante todo está el “Ser supremo” y que cualquier actividad del día debe ser encomendada a él.

Sus cuatro hijos también tienen la misma costumbre, incluso al momento de agredecer por un favor o al terminar de comer ellos siempre dicen la frase “Dios le pague”, como es constumbre en algunos pueblos de la Sierra y específicamente en la provincia de Bolívar, de donde es oriunda Yanchaliquín.

Según el último informe de la Asociación Internacional Win/Gallup, la religión sigue dominando nuestras vidas diarias, lo cual se ve reflejado en el número total de personas que se consideran a sí mismas  religiosas.

El estudio realizado a partir de aproximadamente 64.000 encuestas vía telefónica e internet en 65 países, señala que en África y Oriente Medio es donde más existe una filiación religiosa. En esas zonas, 8 de cada 10 personas reconocen sus creencias; mientras que 7 de cada 10 se confiesan creyentes en Europa Oriental y América; y 6 de cada 10 en Asia.

La situación en los países latinoamericanos es destacada sobre todo en Colombia y Perú, en donde el 82% de su población asegura tener una religión. En esa lista Ecuador ocupa el sexto lugar, con el 68%, lo cual contrasta con datos locales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) que en 2012 reveló que 8 de cada 10 ecuatorianos dicen tener una filiación religiosa.

Según los datos recogidos de Win/Gallup, el género, la edad, el ingreso, la educación y la religiosidad de la gente muestran una relación importante.

Las personas más jóvenes (menores de 34 años) tienden a ser más religiosas (alrededor del 66%, frente al 60% para los otros grupos de edad). Para Jean-Marc Leger, presidente de Win/Gallup, con la tendencia de una juventud más religiosa a nivel mundial se podría suponer que el número de personas que se consideran a sí mismas religiosas solo seguirá aumentando.

El sociólogo Carlos Rojas considera que la religiosad no solo depende de la edad, sino del nivel socioeconómico en el que se desenvuelve la persona.

Otro de los datos de la encuesta indica que quienes tienen menor nivel de educación son los más religiosos, es decir el 80%, aunque de manera general las personas religiosas son mayoría en todos los niveles educativos. (LEA EL ESTUDIO COMPLETO DE LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL WIN/GALLUP AQUÍ)

De acuerdo a Rojas, esto podría explicarse porque a menos desarrollo intelectual las personas prefieren dar una explicación mágica a sus acciones. “Si tienen que hacer una cosa la ponen en manos de Dios, de un santo o cualquier divinidad”.

María Yanchaliquín reconoce que solo llegó a culminar la secundaria y que el trabajo en la agricultura, que depende del factor climático, ha sido su única fuente de supervivencia al igual que para su familia. “La mayoría de los que vivimos aquí en el campo somos católicos y sabemos que todo lo que recibamos o dejemos de recibir es por obra de Dios”.

Rojas sostiene que los dioses de alguna manera, desde la antigüedad hasta la actualidad, han servido para justificar acciones que no se pueden lograr fácilmente y esto se debe a toda la formación cultural de la familia, por lo que a veces la cuestión mítica es más fuerte.

Según el experto, el nivel educativo influye mucho para que las personas lleguen a los extremos en una religión. “Las personas que tienen educación no es que se apartan del acto religioso sino que ya no son dependientes”.

Uno de esos casos es Rafael Díaz, quien estudia Ingeniería en Sistemas. Para él, la religión no es un ideal a seguir, sin embargo manifiesta que cree en Dios.

“Conocer sobre diferentes teorías, investigar sobre diversos temas me ha abierto la mente y eso ha hecho que no me aferre a una religión. Simplemente es una creencia en que Dios existe”, explica.

El estudio de Win/Gallup también indica que los ingresos parecen ejercer una mayor influencia entre los que tienen una renta alta y media-alta, donde menos del 50% dice que es religioso, contra el 70% de las personas con renta baja y media.

Del mismo modo, el número de ateos convencidos es tan alto como 22% y 25% entre las personas con ingresos altos y medio-altos; pero solo el 6% y el 5% entre las personas con ingresos bajos y medios, respectivamente.

El sociólogo Rojas cree que una persona que tiene mayores ingresos o una posición económica más holgada es menos asediada por los problemas a los que tiene que enfrentarse, a diferencia de una persona de menos ingresos que tiene que encomendarse a cualquier divinidad.

El informe finalmente concluye en que la religiosidad es parte de los seres humanos y que a medida que transcurran los años seguirá en aumento por el número de adeptos. (I)

DATOS

A nivel mundial, 6 de cada 10 personas dicen ser religiosas. China es el país menos religioso, con el doble de la cantidad de ateos convencidos que cualquier otra nación.

En Europa el 43% tiene una religión mientras que el 37% sostiene que no es religioso. Tanto Europa Occidental como Oceanía son las únicas regiones donde la mitad de la población no es religiosa.

En Israel el 65% de los encuestados afirma ser no religioso o ateo frente al 30% que se declara creyente. Sin embargo, en los territorios palestinos la población es más religiosa, pues el 75% dice ser creyente.

Esta investigación de la Asociación Internacional Win/Gallup sale a luz pública luego de que una investigación del Pew Research Centre anunciara en marzo pasado que el Islam sería la religión dominante en el mundo para el 2100.