Guayaquil-Cuenca-Loja-Machala.-

Esterilizar a perros y gatos que deambulan por las calles es la alternativa que sugieren veterinarios y representantes de organizaciones de defensa de derechos de los animales consultados por este diario.

Esta labor, de acuerdo a las personas entrevistadas, quedaría en manos de los municipios, aunque también se plantea la posibilidad de que el Estado, a través del Ministerio de Salud, intervenga mediante la creación de clínicas veterinarias.

Otra opción es implementar la canoterapia, es decir, rehabilitar a personas con discapacidad física, mental o con problemas emocionales mediante la ayuda de perros amaestrados.

Daniela Carrera, gerente general de Good Dogs, ha entrenado desde hace 3 años a 100 perros rescatados para que ofrezcan soporte emocional a las personas que padecen algún tipo de discapacidad y a quienes sufren de ansiedad o depresión.

Si bien la canoterapia mejora la calidad de vida del paciente porque “estimula la hormona oxitocina (de la felicidad) y logra desarrollar sus habilidades físicas, cognitivas y emocionales”, los perros también se benefician al encontrar una razón para vivir, que es acompañar a sus entrenadores y a las personas que están descompensadas de salud. Esto les provee equilibrio emocional.

“Los perritos rescatados tienen un apego con el paciente en un 20% más que los voluntarios que no han pasado por situaciones fuertes”, acotó Daniela, quien está en contra del sacrificio de los perros de la calle como una opción para disminuir la población canina.

Esta opción solo puede practicarse cuando el animal no pueda ser tratado por tener una enfermedad terminal o represente un riesgo epidemiológico real, según lo señala el art. 21 del Reglamento de Tenencia y Manejo Responsable de Perros del Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), vigente desde 2009.

Édison Villamar Cajas, médico veterinario y exjefe de Zoonosis de la Coordinación N° 8 de Salud, explicó que dentro de dichos riesgos se encuentran las patologías en estadios avanzados y que hacen sufrir al animal, como cáncer, moquillo y hepatitis.

Recalcó que la sarna no es una enfermedad que pueda ocasionar la muerte en los animales, ya que se considera una dermatitis controlable. La rabia, en cambio, sí es un riesgo para la población.

La coordinadora de la Unidad de Rescate y Recuperación Animal (URRA) de la Prefectura del Guayas, María José Navarrete, manifestó que el crecimiento indiscriminado de la población canina se podría resolver con tan solo educar a la ciudadanía  sobre la importancia de esterilizar  a tiempo a las mascotas.

URRA es una de las entidades  que organiza campañas gratuitas de esterilización de mascotas, así como de desparasitación y vacunación antirrábica. Desde el año pasado, 3.539 animales han sido beneficiados con atención veterinaria.

Beatriz Cabrera Suárez, expresidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas del Guayas, aseguró que un hospital público administrado por los municipios sería una buena alternativa para garantizar el bienestar de los animales.

Añadió que, para empezar con la adecuación, cada Alcaldía podría levantar y administrar un quirófano en donde se practiquen esterilizaciones a los animales y solo se cobre por las medicinas.

Cruzadas con resultados en Loja

En Loja, Cuenca y Machala, el planteamiento con mayor cabida es la esterilización. En la capital lojana, el grupo Protección Animal ha realizado 3 campañas y ha logrado castrar a más de 600 perros. “Hemos evitado el nacimiento de al menos 3.000 cachorros que luego son abandonados, vendidos o entregados a personas que no tienen cuidado con ellos”, dijo Carla

Reinoso, dirigente de la agrupación, quien solicitó rectificaciones al alcalde José Bolívar Castillo, por pedir la desaparición de los canes. En tanto, Marty Parra, de la Asociación Peluditos, de Cuenca, considera urgente controlar la venta de animales en todo el país.

Esta idea cuenta con el apoyo del veterinario Marcelo Peñafiel, quien en cambio rechaza la posibilidad de enviar a los perros y gatos hasta albergues, ya que se producirían hacinamientos.  

En Machala, hoy los defensores de los animales saldrán a las calles para rechazar las declaraciones del alcalde lojano. Asimismo, las organizaciones insistirán en la aprobación de una ordenanza, cuyo proyecto ya tiene 8 meses en el Cabildo y aún no entra a debate.

En el articulado de esta iniciativa se incluye una sanción para aquellos dueños de mascotas que las dejen abandonadas y las maltraten.

“Más allá de derechos y obligaciones que comprende la ordenanza, lo que se persigue es terminar con la venta de cachorros en las calles; además, crear una nueva cultura en la ciudad al momento de sacar a pasear a su mascota, como por ejemplo, todos con collares y sus amos tienen que portar una funda para recoger las heces”, enfatizó Kelwin Calderón, titular del movimiento Conciencia Animal. (I)

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En Riobamba construyen un refugio

Ambato tiene un albergue hace seis años

En la capital tungurahuense se alistan cambios a la Ordenanza de Regulación y Cuidado de Animales de Compañía y Mascotas que rige desde 2009. Según la concejal Aracelly Calderón, la normativa no ha garantizado su aplicación y sanción.

“La Municipalidad no continuó con la difusión a gran escala de este cuerpo legal y tampoco se ha penalizado a los infractores”. Por eso, el año pasado Calderón propuso reformas. “Ambato es pionera en el cuidado animal y se destaca por la creación, en 2010, del Albergue Temporal Municipal Canino y Felino. Sin embargo, se reporta la falta de espacio debido al exceso de fauna callejera”.

Maura García, abogada y defensora de los animales, hizo una investigación sobre el tema en la urbe. El resultado reveló lo siguiente: el 71% de 271 personas encuestadas considera que no se cuida ni respeta a los animales.

“Además, la mayoría de entrevistados no conocía de la ordenanza, lo que nos demuestra que es necesario difundirla más”. En Riobamba, el Ayuntamiento construye un albergue canino. Aquí funcionará también una clínica para esterilizaciones. Con una inversión de $ 900 mil la infraestructura acogerá a los animales de las calles.

“Hemos diseñado un sitio para colocar publicidad. Cada espacio tendrá un valor y aquella persona o empresa interesada cancelará por ello”, indicó Geovanny Bonifaz, director de Higiene y Salubridad del Municipio. (I)

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Proyecto en el sur de la ciudad

Centro de acogida ya ayuda en Quito sigue en espera

Continúa pendiente la construcción del nuevo centro de acogida y ayuda veterinaria de Quito.

El proyecto forma parte del plan de gobierno para la ciudad del alcalde Mauricio Rodas, en el que se establece, en uno de los puntos referidos a la fauna urbana: “Realizaremos alianzas con el sector privado y organizaciones de la sociedad civil para dotar de infraestructura para el cuidado y reubicación de animales domésticos abandonados, promoviendo la autogestión con servicios integrales para el cuidado de la fauna urbana”.

Este proyecto complementaría los servicios que brinda el espacio similar existente en el sector de Carcelén (al norte) y que está a cargo del grupo Urbanimal.

El plan ha sufrido problemas. El más reciente fue el hallazgo, tras un estudio, de que el predio elegido en Quitumbe (al sur) tenía altos niveles freáticos, lo que hizo que se revisara la decisión.

Adicionalmente, los pasos para la concreción del plan se han ido dilatando sin una explicación clara sobre las razones. Por ejemplo, a inicios del año anterior se preveía que el proceso de licitación para la obra fuera lanzado en febrero de 2015, pero aquello no ocurrió.

El proyecto fue planteado durante la pasada administración municipal, que planteó la creación de un centro de atención zoosanitaria en el sur y para el que se calculaba se requerirían $ 200 mil. El espacio previsto sería más amplio y brindaría más servicios. (I)