El frío impulsa la venta de duchas térmicas en la urbe
Las bajas temperaturas que experimenta la ciudad en las mañanas y en las noches impulsan la venta de duchas eléctricas de agua caliente.
También dan trabajo a electricistas, muchos de ellos empíricos, que cobran hasta $ 30 por instalar uno de estos equipos en el baño.
Ayer, en el Ferrisariato de la avenida Francisco de Orellana se pudo observar a tres clientes comprando esta variedad de calefón.
En el establecimiento los costos de los calentadores de origen brasileño oscilan entre los $ 11,98 hasta los $ 34,99. Esta última tiene 4 niveles de temperatura.
Uno de los dependientes identificado en su credencial como Jonathan, indicó que diariamente se vende un promedio de 10 a 15 de estos artefactos.
Señaló con sus manos un espacio vacío de la percha, que hasta hace unos días estaba lleno de duchas calentadoras de agua.
En el centro de la ciudad, Fátima de Peña, propietaria de la ferretería Clark, resaltó que por día comercializa entre 10 y 12 calefactores.
En su establecimiento ubicado en las calles Rumichaca y Luque los precios de los equipos oscilan entre los 16 y $ 24, pero son de origen italiano.
El electricista David Palacios manifestó que la colocación de estos aparatos tiene un costo que oscila entre los $ 25 y $ 30, dependiendo de la distancia en que se encuentre de la caja de breakers.
“Este valor es por un aproximado de 10 metros. Cuando se trata solo del cambio de una ducha dañada se cobra $ 8”, precisa.
Palacios agrega que la inversión en materiales adicionales como cable concéntrico de 3x12, un breaker de 30 amperios y regletas (para ocultar el conductor de electricidad en la pared) implica una inversión de casi $ 50 para la distancia señalada anteriormente.
Revela que en lo que va del mes ya ha colocado unos 30 aparatos en diferentes sitios de la urbe.
El maestro eléctrico subraya además que por seguridad de las personas que van a utilizar la ducha y para prolongar su vida útil, esta debe tener una conexión en tierra.
“Si es que no se la hace, se corre un alto riesgo de sufrir una descarga. Tampoco se debe tomar la energía de un tomacorriente, ya que puede ocasionar un cortocircuito general en la vivienda o afectar la luminosidad de los focos”, advierte.
Subraya que en caso de daños, estos aparatos sí se los puede reparar, cambiando su resistencia, cuyo costo en cualquier ferretería o almacén de aparatos eléctricos no supera los dos dólares.
