Al son de villancicos entonados por la banda de músicos de la División de Ejército Tarqui se realizó el pregón del Pase del Niño Viajero, con la participación de más de 300 estudiantes de 12 instituciones educativas de la ciudad. Niños vestidos de ángeles, pastores, cholas, etc., se dieron cita a tempranas horas de la mañana para acompañar a la réplica original  del Niño Viajero durante el recorrido por el Centro Histórico.

Como todos los años, el grupo “Hermano Miguel” conjuntamente con las madres del Carmen de la Asunción  organizan este desfile, previo al gran Pase. En el pregón se visita las instituciones para que sean partícipes y priostes, “especialmente las escuelas de la ciudad”, dijo Jorge Rodas, representante del grupo “Hermano Miguel”. Este año se denominó  “Pregón de la Niñez y la Juventud”, por la participación de jóvenes y niños. “Nuestra madre superiora todos los años quiere que  los menores acompañen al pregón”, señaló Rojas.

La pasada del Niño Viajero también tiene un padrino, que acompañará en todos los eventos. Este año se nombró al Ejército, el cual colaborará con la banda de música y será el encargado de adornar el Altar Mayor.

Para el gran Pase, que será el 24 de diciembre, estarán presentes alrededor de 200 militares que junto al grupo Hermano Miguel darán seguridad en todos los eventos. “Vamos a acompañar todas las visitas que hará el Niño”, indicó Santiago Chacón, capitán del Ejército.

El Niño Viajero visitó las entidades públicas como la Alcaldía y la Gobernación; además, en estos días visitará el Hospital Militar, la División Tarqui, las cárceles de mujeres y varones, Etapa, entre otras instituciones, dijo Diana Cárdenas, miembro del grupo Hermano Miguel.

Para este año se alistan 800 carros alegóricos que participarán el 24 de diciembre. Asimismo, se tiene previsto el acompañamiento de 60 mil personas entre espectadores y participantes. “Es una de las manifestaciones más grandes de Cuenca”, señaló Cárdenas.

La Pasada del 24 de diciembre comenzará a las 10:00 y terminará a las 17:00. Esta tradición cuencana tiene la colaboración directamente de la Universidad Católica y el Monasterio del Carmen de la Asunción.

La réplica del Niño sale únicamente el día del pregón, y el 24 de diciembre es la propia imagen la que recorre las calles de la ciudad. “Tenemos la orden arquidiocesana para que el Niño solamente salga estos días”, expresó Cárdenas.

Con el pregón de ayer se da inicio a la Navidad en Cuenca y durante estos días instituciones educativas, grupos familiares y hasta personas solas pasean a sus Niños o les realizan un misa en su honor.

Una tradición que se mantiene

El Pase del Niño en Cuenca es, sin lugar a dudas, una de las manifestaciones de religiosidad popular más importantes del país. Esta fiesta refleja, como pocas, la cultura y las tradiciones de un pueblo que expresa sus múltiples creencias.

El Pase del Niño tiene como centro el culto al Niño Dios.  Se le conoce como el Niño Viajero, porque su mantenedor llevó la imagen hasta Tierra Santa y cuando regresó sus fieles le dijeron “eres un Niño Viajero”.

Cuenca es el lugar  donde mayor acogida ha tenido la tradición de los pesebres y el culto al Niño Dios durante las celebraciones navideñas.

Las familias cuencanas, además, con el paso del tiempo han añadido elementos autóctonos propios a esta celebración. Las procesiones en que sus participantes (mayoritariamente niños) hacen uso de disfraces religiosos, se conocen como "Pase del Niño".

Estos desfiles, que cuentan con la participación masiva de las clases populares y el campesinado, son organizados año a año en la ciudad y en los pueblos aledaños. Se inician el primer domingo de adviento y terminan el martes de carnaval.

Todos los preparativos son realizados con mucha anticipación por priostes y mantenedores. Los primeros son las personas que auspician social y económicamente el evento y son elegidos cada año, de acuerdo a circunstancias que pueden variar de pueblo a pueblo. Muchos deciden hacerlo voluntariamente, mientras que otros son designados por el prioste anterior o por la comunidad. Los mantenedores, en cambio, son personas que se responsabilizan de todos los aspectos relacionados con el Pase y se encargan de mantener viva la tradición, por lo que duran en su función largos períodos.

Hay Pases que cuentan con un gran número de participantes y en cuyas procesiones se rinde culto a imágenes del Niño Dios que pertenecen a templos o comunidades religiosas. Los pases menores implican también un menor número de participantes y tienen, por lo general, un carácter familiar.

La invitación se hace con varios meses de anticipación y se dirige tanto a gente del campo como de la ciudad. Todos los invitados reciben de parte del mantenedor un regalo, consistente en pan dulce y un poco de chicha de jora.