Una breve lluvia abrigó esperanzas de los azuayos para sofocar los incendios que hasta ayer continuaban en la provincia. El aguacero cayó aproximadamente a las 16:00 y se prolongó en la parte sur de Cuenca durante unos 20 minutos, mientras en la parroquia Tarqui, Cumbe, Victoria del Portete, fue un poco más prolongado. Pero la precipitación no se extendió por todo el Azuay.

En el cantón Girón el fuego seguía consumiendo la vegetación en el sector de Santa María y Tuncay, donde los bomberos y ciudadanos no han podido sofocarlo desde el martes anterior.

El general Óscar Troya, comandante de la III División Tarqui, dijo que la situación es complicada, sobre todo en la provincia de El Oro. Añadió que se trabaja con el personal necesario dando el apoyo al Cuerpo de Bomberos y también a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).

Ayer también se desató un incendio en el sector de Challuabamba el mismo que fue controlado después de las 17:00, pero provocó congestionamiento en la vía rápida Cuenca-Azogues, debido a la fuerte humareda. En la provincia de Cañar no se presentaron precipitaciones.

Mientras tanto, para hoy, la Brigada de Infantería N° 1 El Oro confirmó la llegada del avión C130 brasileño, el cual combatirá el fuego en las montañas de Chilla, Zaruma y Atahualpa. Aunque las llamas ya no alcancen los 20 metros de altura, como ocurrió hace dos semanas, el fuego avanza lentamente y hasta el momento las autoridades calculan que unas 6 mil hectáreas de bosque se han consumido en los tres cantones. Hasta ayer, en Chilla, militares y comuneros luchaban contra los focos de fuego que se presentan a dos kilómetros de Pueblo Viejo.

En Zaruma, elementos de la “casaca roja”, conjuntamente con los de Santa Elena, intentaban sofocar el flagelo. De su parte, el gobernador Édgar Córdova dijo que el avión se abastecerá de agua en la represa de Tahuín y realizará algunos viajes para tratar de aplacar el fuego. Seis tanqueros estarán esperando a la nave en el aeropuerto de Santa Rosa para abastecerla.

La víctima orense

Manuel Antonio Cuenca Armijos, de 80 años, oriundo del cantón Zaruma, se convirtió en la primera víctima mortal de los incendios forestales producidos en territorio orense. El anciano falleció tras resbalar mientras trataba de evitar que el fuego no llegara a su finca en la parroquia Guanazán.

Según testigos, la tarde del miércoles el hombre habría llegado al sitio Quimanrriqui y al ver que el fuego se acercaba intentó controlarlo sin medir las consecuencias. Su cuerpo quedó envuelto en el humo y finalmente quedó calcinado.

Cuenca dedicó toda su vida a la agricultura y tenía una pequeña finca de dos hectáreas. Según vecinos, don Manuel tenía la costumbre de quemar la maleza cerca de su finca.

En tanto, el Ministerio de Inclusión económica y Social (MIES) tiene un plan de contingencia en caso de producirse víctimas humanas por causas del incendio. El trabajo se desarrolla en coordinación con las instituciones que integran el Comité  de Operaciones de Emergencia (COE), informó Jandry Vilela, director provincial del MIES en El Oro.

Varios técnicos de esta institución monitorean la situación en los cantones de Chilla y Zaruma, parroquia Guanazán. La cartera de Estado, a través de los técnicos del Instituto de la Niñez y la Familia (INFA), poseen locales para que funcionen como albergues de emergencia en caso de que el COE determine la necesidad de evacuación de familias.

Estos espacios se habilitarían en Chilla, en  la denominada Casa del Peregrino, en el colegio Vicente Maya, en el convento de la iglesia y en un local donde funcionaba el centro infantil. La capacidad total de alojamiento de estos locales es de  50 familias o unas 250 personas. En Guanazán, cantón Zaruma, se alojarían otras 50 familias en los locales de la iglesia y el convento parroquial.

Cinco mil militares

Elementos de las Fuerzas Armadas  están repartidos en todo el país con medios terrestres y aéreos, para sofocar incendios producidos en 10 provincias del país. Según los comandos operacionales, son 5.693 militares quienes trabajan apoyados con 21 aeronaves para llegar inclusive a lugares de difícil acceso.

El comando número 1 Norte utiliza dos helicópteros MI–171, un Gazelle y un Lama, además de un avión Cessna 165.
El comando número 2 Marítimo y el número 3 Sur apoyan en esta tarea, cada uno con dos helicópteros un Gazelle y un Ecureuil.

Por su parte, el  número 4 Central -que cubre la zona central– tiene 10 aeronaves monitoreando y combatiendo incendios. Los helicópteros, equipados con el sistema Bambi Bucket (canastilla para recoger agua), han realizado 205 descargas, alcanzando un volumen total de 420.000 litros.