Para muchos ciudadanos de la región sur fue una novedad la caída de ceniza, pero para las autoridades se convirtió en preocupación por las molestias que provocó el polvo volcánico ayer en Azuay y Cañar.

Las familias cuencanas y de Azogues despertaron con el ‘susto’ de ver sus casas, plantaciones y vehículos cubiertos de ceniza, tras la explosión del volcán Tungurahua en el centro del país la tarde del sábado.

Según reportes del Ecu 911 del Austro, la ceniza cayó desde la 01:30  de ayer y no pasó hasta luego del mediodía.

El Comité de Operaciones Emergentes (COE) del Azuay se activó inmediatamente y sus representantes se declararon en sesión permanente, al tiempo de solicitar a la población el uso de las mascarillas o evitar salir de sus hogares, al menos ayer domingo.

La ceniza fue visible por todos los lados de Cuenca, al igual que en Azogues. En las calles y avenidas con el paso de los vehículos se levantaba una espesa polvareda, mientras en los hogares los ciudadanos limpiaban los pasillos o las veredas.

En el aeropuerto Mariscal Lamar de Cuenca, cerca de 200 personas, de ellos 150 militares, ayudaron  buena parte del día a limpiar la pista de aterrizaje, mientras los vuelos se suspendieron hasta segunda orden.

El gobernador del Azuay y presidente del COE, Humberto Cordero, pidió mantener la tranquilidad a los cuencanos y evitar utilizar agua para la limpieza. Al mediodía una nueva nube de ceniza cayó sobre Cuenca y Azogues, lo que obligó a los habitantes a encerrarse en sus viviendas. La Empresa de Aseo de Cuenca (EMAC) desde muy temprano repartió 8 mil mascarillas a la población, según Valeria Villavicencio, gerente de la Emac. “Estamos previniendo enfermedades y por eso repartimos las mascarillas”, dijo, mientras los ciudadanos se retiraban de los espacios verdes para evitar enfermedades.

De su lado el gerente de la Empresa de Movilidad (EMOV), Darío Tapia, calificó de crítica la situación ya que ellos al poseer instrumentos para medir la calidad de aire, vieron que este (aire) tenía alternaciones. “La toxicidad en el ambiente pasó de grado 12 a 80”, dijo el gerente de Movilidad, por lo que recomendó el uso de mascarillas para transitar por las calles.

De su lado, la empresa ETAPA informó que no existió ningún riesgo en el consumo de agua, ya que los reservorios fueron debidamente resguardados. Mientras que el COE decidió suspender las clases para hoy en los establecimientos de Azuay que aún no finalizan sus labores.

El COE recomendó también ayer a través del Consejo Nacional Electoral, a los partidos políticos evitar realizar actividades políticas que impliquen el uso de vehículos para evitar el levantamiento de ceniza. La caída de  este material causó la suspensión parcial del segundo simulacro que el Consejo Nacional Electoral, Delegación de Azuay, tenía previsto realizar ayer en 75 recintos electorales.

El simulacro de efectividad del “Voto Electrónico” en Azuay tenía previsto realizarse desde las 10:00 hasta las 17:00 en los cantones de Cuenca, Gualaceo, Chordeleg, Paute, Santa Isabel y Pucará. Para este simulacro estuvieron activadas más de 600 personas entre militares y personal de todas las áreas de la Delegación de Azuay.

El Gobernador informó que los Comités cantonales se activaron en los 15 cantones de la provincia del Azuay. Los cantones más afectados por la caída de ceniza fueron ubicados en la zona nororiental: Cuenca, Paute, Chordeleg, Gualaceo, Guachapala, Sevilla de Oro y Sígsig.

El Ministerio de Agricultura y Pesca en coordinación con la Secretaría de Riesgos realizó un recorrido por los sembríos de la zona para evaluar posibles daños. Se solicitó a la Intendencia de Policía del Azuay que se realicen actividades de control para evitar especulaciones en la venta de mascarillas y otros productos. El COE provincial se mantuvo en reuniones permanentes ayer.