En el Comando de la Subzona de la Policía del Azuay se inició ayer en horas de la mañana el Tribunal de Disciplina contra uno de sus miembros, que presuntamente estaría involucrado en hechos delictivos en el cantón Camilo Ponce Enríquez.

El coronel Marcelo Tobar, comandante provincial de la Subzona Azuay, explicó que la institución “cumple a cabalidad con sus principios y lo demuestra con el tribunal para sancionar al policía que atenta contra la imagen de esta entidad”, manifestó.  

“En esta nueva etapa de la Policía existe cero tolerancia a cualquier acto de corrupción, por ello los elementos que estén vinculados con los mismos serán sancionados de acuerdo a las normas de la institución y de la justicia ordinaria”, agregó Tobar.

Para el proceso trasladaron a nueve sujetos, entre ellos el policía que cumple prisión preventiva en el Centro de Rehabilitación de Machala, por ser los presuntos autores de incendiar las viviendas, ubicadas en el cantón Ponce Enríquez, donde aparentemente ingresaron a robar.  

Durante el Tribunal se analizó el comportamiento del uniformado, es decir, se identificó la indisciplina que abarca las siguientes características: conocer si el policía hizo uso de su poder como autoridad, si usó su uniforme para los hechos ilícitos, si utilizó el arma de fuego en actos no justificados o si participó en los robos cuando estaba en servicio, entre otras.

Al finalizar el proceso, el Tribunal manifestará si se trata de una falta de tercera clase, conocida como atentatoria a la institución, cuya sanción va de 30 a 60 días de prisión o la baja inmediata.

En enero de este año, en el cantón Camilo Ponce Enríquez se desarticuló una banda, por la presunción de delito de asociación ilícita, dejando como resultado la detención de 10 ciudadanos en el recinto La Florida.             

La captura se dio por la alerta de los habitantes que comunicaron a los policías que dichos sujetos habrían participado en varios robos a viviendas que luego fueron incendiadas. Los sospechosos aparentemente se movilizaron en una camioneta de transporte liviano, que fue revisada encontrándose una pistola marca Glok y una alimentadora con 13 cartuchos calibre 9 milímetros y una cartuchera de fabricación nacional. Además se decomisó nueve machetes.