El estado de salud del cuencano Walter Illescas, quien fue golpeado salvajemente en los Estados Unidos, a tal punto que le reventaron los intestinos, continúa siendo grave. La madre del azuayo, María Vera, dijo esperar solo un milagro para que su hijo se recupere. 

La Secretaría Nacional de Migrante (Senami) sigue de cerca la evolución de Illescas. La entidad mantiene  comunicación permanente con su representación en ese país, su oficina en el austro y los familiares del afectado.

La Secretaría, a través de su oficina en New York y al conocer el caso de agresión hacia el compatriota, tomó contacto con la familia en Ecuador para brindarle apoyo.

La progenitora contó que Walter, de 38 años de edad, caminaba por las calles cuando de repente apareció un sujeto que le pidió dinero y que lo golpeó hasta romperle los intestinos por negarse a dicha petición. Ahora el azuayo se encuentra solo, hospitalizado y conectado a varias máquinas que le ayudan en la circulación de la sangre y la digestión de los alimentos.  

Por la gravedad de sus heridas, Illescas fue intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y ahora se recupera, pero su estado de salud aún es de gravedad. “Los médicos dicen que el intestino está roto y que ahora habrá que esperar solamente la bendición de Dios para que mi hijo  mejore”, expresó la madre, de 70 años.

Ella pidió a las autoridades norteamericanas que se castigue al culpable de las lesiones. El sujeto al momento está  detenido, pero no precisamente por el ataque al ecuatoriano sino por agredir a un uniformado al momento de su captura.     

El incidente en el que terminaron rotos los intestinos del Illescas ocurrió el pasado 26 de julio. La Secretaría del Migrante, mediante su oficina en el austro, explicó que están trabajando en comunicación con los familiares  para brindarles orientación apropiada.              

La asistencia implica la explicación de cómo se asumirán los gastos médicos y los  cuidados de salud, debido a que el compatriota no tiene parientes en los Estados Unidos.

Los allegados abrieron una cuanta de ahorros para que sus amigos y conocidos los ayuden económicamente por cuanto el herido no tiene los recursos suficientes para solventar la atención médica. A ello se suma que Walter está en condición de ilegal, es decir no tiene documentos, lo que le impide gozar de los beneficios de la seguridad social en ese país.   

El azuayo decidió migrar a los Estados Unidos hace aproximadamente 12 años al ver  que sus ingresos como zapatero no le alcanzaban para los gastos de la familia. Una de las operaciones a la que fue sometido costó 2.500 dólares, pero como no pudo continuar el tratamiento médico adquirió una infección que ahora le es difícil superar.

Su hermana Miriam gestiona una visa humanitaria con el fin de acompañarlo en la ciudad de Nueva York, sin embargo hasta el momento no puede acceder a ese documento a pesar de las gestiones realizadas.

Niño regresa gracias al plan retorno “Manuela Espejo”

Llegó al país el primer beneficiario del Plan Retorno “Manuela Espejo” -de la región austral- gracias a la gestión de la Vicepresidencia de la República y la Senami. 

Daniel Contreras, un niño de 9 años que padece trastorno cerebral y distrofia muscular, es el favorecido del programa diseñado para personas con capacidades especiales que residen fuera del país y que por sus cuidados y necesidades requieren volver al Ecuador.

“De los beneficios de este proyecto me enteré vía Internet por el link de la Senami. Enseguida me comuniqué con los representantes de Madrid, quienes me guiaron para los procesos que debía seguir. Hoy es el día más feliz de mi vida porque he retornado por la enfermedad de mi hijo y por la situación en España.

Allá los discapacitados son lo último; y aquí en las pocas horas que estoy  no he encontrado compatriotas sino familia. Todos me han asistido, estoy muy agradecida con el Gobierno”, dijo Lina Tacuri, madre de Daniel.