La Tulpa es un fogón utilizado para cocinar los alimentos en leña, instalado en un hoyo poco profundo, lleno de piedras unidas con barro, sobre las que se apoya la olla y donde los miembros de la familia comparten la comida.

Según la imbabureña, Blanca Ponce, esta especie de estufa fue característica en la cocina andina, tradicionalmente se la usaba para preparar mote, caldo de gallina, tamales, humitas y granos secos. “La comida hecha con leña y en olla de barro es mucho más rica que la que se prepara con gas, ya que realza los sabores autóctonos de los alimentos y absorbe el aroma de la madera”.

Oriunda del cantón Urcuquí, asegura que fueron su madre y abuela quienes le enseñaron el arte culinario. “Desde niña cocinaba en horno de leña y fue ahí que aprendí a preparar todos los platos típicos de San Miguel de Urcuquí; la fritada, el cuy asado, el caldo de pata, hasta las empanadas de morocho”, afirmó Ponce.

Desde esa época, su idea fue brindar productos característicos de la zona, pero solo en 2012 pudo establecer el restaurante La Tulpa. Su primer local se ubicó en el parque Central de Urcuquí y hace 8 meses brinda sus servicios de alimentación en el Centro de Emprendimiento Innopolis, en la Ciudad del Conocimiento Yachay.

Conformada como una Unidad Económica Familiar, está integrada por 14 personas de la familia Ponce-Fernández, quienes empiezan su día a las cinco de la mañana, cuando hijos, yernos y nietos preparan los alimentos que serán consumidos horas más tarde por los comensales en su local. “Ahora también realizamos servicio de catering en eventos donde elaboramos lo que nos piden, con 3 o 6 opciones dentro del menú, para escoger”, indicó.

Esta intención, como lo describe su fundador, Jorge Aníbal Fernández, es un negocio familiar que revaloriza la gastronomía local. A sus 67 años, dice que su gusto por este arte  inició cuando atendía a turistas nacionales y extranjeros en el Hotel Chorlaví, en Ibarra.

Según Fernández, su nuevo restaurante, construido en madera con claraboyas y con un estilo muy propio y sencillo, permite que el visitante esté en contacto con la naturaleza y pueda saborear ricos alimentos. “Quiero que ‘La Tulpa’ crezca y ofrezca más platos a la carta para que los visitantes puedan consumir el alimento que deseen”, afirmó.

Sus hijas Adriana, Verónica y Patricia, realizan la preparación de los alimentos, mientras que sus hijos Carlos, Israel y Marcelo, ayudan sirviendo en las mesas del local. También subcontratan los servicios de la otavaleña Mónica Casimba Quilca, quien desde las 07:00 lava la vajilla, pica alimentos, prepara desayunos y almuerzos en el lugar.

“Un almuerzo está a $ 2.50 y el desayuno a $ 2, pero si tiene hambre a media mañana puede comer un mote, empanadas de viento y morocho, choclos con queso, quesadillas, pastel y tamales”, señaló Casimba. Evelyn Vélez, coordinadora del área turística de Yachay, dijo que el restaurante La Tulpa es un lugar que tiene la comida típica urcuqueña. “Es buena y deliciosa que tiene seguridad alimentaria”.

Las Asociaciones Senderos de los Chaparrales, Asosaneur, Maki Samay, Asotapurc, Gente de Bien, Unidades Económicas Familiares y GoYachay, son otras unidades productivas que trabajan en la provisión de alimentos, venta de productos, limpieza, agricultura y servicios turísticos en el cantón Urcuquí. “La comunidad es dueña de sus propias empresas diversificando sus fuentes de trabajo, con el seguimiento, capacitación y asesoría, para que tengan emprendimientos de calidad”, comentó Vélez. (I)