‘Equidad y Justicia’ es el lema del desfile de independencia que tendrá lugar mañana en la capital tungurahuense.

Como cada 12 de noviembre, más de 30 planteles educativos de la ciudad participarán de esta parada cívica con la que este año se recuerdan 195 años de emancipación política.

El recorrido iniciará a las 09:00 en la esquina de la avenida Cevallos y Abdón Calderón, al norte del casco urbano, recorrerá dieciocho cuadras y finalizará en la calle Francisco Flor y Bolívar.

Maribel Guerrero, coordinadora zonal de educación, señaló que se pretende exaltar el espíritu cívico de los ambateños antes que el castrense. “Similar a lo ocurrido el año anterior no habrá bandas ni vestimentas de carácter militar durante la marcha. Para fortalecer el ambiente cívico y cultural las delegaciones educativas entonarán ritmos nacionales y melodías con matices latinoamericanos”, dijo.

Los planteles participantes pertenecen al distrito 1 y 2 de Ambato y el desfile durará cerca de 2 horas. Los abanderados, al igual que en 2014, saldrán en un solo bloque.

Coreografías

Haciendo honor al lema, los jóvenes avanzarán por la avenida Cevallos con coreografías cívicas que reflejen equidad, con presencia de alumnos y alumnas de instituciones de habla hispana, bilingües e interculturales. Guerrero sugirió además que los vestidos de las bastoneras no sean muy altos.

Estas recomendaciones, con las que se pretende destacar el espíritu cívico antes que el militar, han sido bien recibidas por padres de familia, psicólogos y docentes.  

Es el caso de Maritza Fernández, presidenta del comité de padres de familia de un colegio de la urbe, quien asegura marcarán la diferencia en la región y país.

“La alineación a los jóvenes con temáticas, melodías, vestimenta y bandas de guerra han hecho mucho daño en Ambato. Por años hemos sido testigos de enfrentamientos entre estudiantes de colegios emblemáticos, por lo que hoy las autoridades, de manera acertada, pretenden culturizar el desfile antes que militarizarlo”, aseveró.

Francisco Benavides, psicólogo estudiantil, por su parte destacó los beneficios de una orientación hacia el respeto, la solidaridad y el compañerismo, a tempranas edades.

“En ciudades como Guayaquil y Cuenca se festejaron las independencias con desfiles folclóricos. Esto permite que el carácter guerrero de una parada cívica disminuya y crezcan sentimientos como el respeto, la alegría y la consideración. Si esto lo hacemos una costumbre anual, los chicos irán creciendo con la imagen de un desfile cultural, mas no militar”, afirmó.

Los maestros también agradecen estas iniciativas que impulsan una cultura de respeto. “El año anterior ya se empezó a  eliminar el carácter castrense del desfile”, acotó. (I)