Jorge Morocho, quien atiende un negocio en la calle Mideros (Centro Histórico), sonríe cuando se le pregunta qué conoce sobre el proyecto de construcción de un centro comercial en el cercano pasaje Sanguña (oficialmente calle Ipiales). “No han hecho la obra hasta ahora”, expresa con relación a la iniciativa prevista para solucionar la situación de 420 comerciantes. Ellos perdieron su trabajo cuando colapsó el alcantarillado ubicado bajo el pasaje en 2010.

Morocho escuchó un rumor sobre algún avance en los próximos meses, aunque no sabe precisar si se trata del inicio de la construcción de la infraestructura de comercio.

Según los documentos entregados al Concejo Cantonal para la aprobación del presupuesto municipal de 2016, ninguna consultoría o trabajo relacionado consta en los planes operativos anuales (POA) de  las secretarías, empresas metropolitanas o entidades adscritas a la Alcaldía.

En julio de 2015 el administrador de la Zona Manuela Sáenz, Jhofre Echeverría, indicó en una reunión con la Asociación de Comerciantes Unión y Progreso del Centro Comercial Sanguña que la construcción del pasaje empiece en el último semestre de 2015 y ya en enero debía  estar operativo. Han pasado 7 meses y la obra aún no empieza.

Tanto la adjudicación de la obra y la ejecución de los locales debían realizarse en 6 meses.

Pero los trabajos no han arrancado hasta el momento, y lo que funcionaba como ingreso sur al mercado Ipiales muestra una imagen de abandono: una rudimentaria puerta armada con pedazos de madera y latas luce arrimada a la vereda oriental del pasaje. “A ninguna autoridad se le ha ocurrido enviar a instalarla”, expresa Morocho.

El pasaje mantiene el desnivel que provocó el hundimiento de la calzada y los posteriores trabajos de reparación del sistema de evacuación de aguas lluvia y aguas residuales. Se mantienen a la vista los pozos de los sumideros de alcantarillado y la calle continúa siendo de tierra.

Esto causa que muy pocas personas ingresen por ese punto al mercado popular Ipiales, lo que afecta a los comerciantes que tienen locales en los flancos del pasaje Sanguña y puestos de venta en la zona colindante.

El administrador zonal dijo en julio pasado que “los locales comerciales serán adjudicados en Propiedad Horizontal” y que la forma de operar sería a través del establecimiento de un fideicomiso en el que participarían el Municipio de Quito y los comerciantes socios del Pasaje Sanguña. El Cabildo operaría como veedor y fiscalizador.

Gloria Moya, presidenta de los comerciantes del sector desde el 1 de agosto de 2015, asegura que el fideicomiso fue constituido hace aproximadamente un mes.
Moya atribuye el tiempo transcurrido entre la reunión con Echeverría y la concreción del trámite, en primer término, a la necesidad de completar varios procesos previos.

Según la dirigente,  el principal problema es la dificultad que tendrían los socios para reunir los $ 6 mil que deberán aportar para que el proyecto se concrete. “Yo también soy comerciante y lo entiendo. Con la situación del país y la baja de las ventas, es difícil completar esa cantidad”, afirma.

Para sortear este escollo, esperan que se concrete el ofrecimiento municipal de una garantía para que alguna entidad de crédito conceda un préstamo a los vendedores.
Moya espera que todo se solucione y la construcción arranque en julio o agosto de este año. (I)

DATOS

En 1999, el Concejo Metropolitano de Quito cambió la categoría de uso de suelo del pasaje Sanguña de vía pública a bien privado.

El 10 de abril de 2010, se formó en el sector de El Tejar, un enorme hueco, debido al colapso del alcantarillado en el espacio. El Cabildo acordó con los comerciantes su salida mientras se realizaban trabajos.

En el año 2014, el Municipio capitalino autorizó el derrocamiento de las construcciones que no estaban autorizadas y cuya edificación había sido realizada de manera informal.

El año pasado, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) presentó el proyecto del Centro Comercial Pasaje Sanguña, el que contó con la aprobación de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio.