Es la puerta de entrada ‘por tierra’ al Reino Unido desde Francia. El Eurotúnel, estrenado hace más de 20 años para unir al continente a las islas británicas, transporta cada año a millones de pasajeros y billones de euros en cargamentos comerciales.

Desde sus inicios, atrae a miles de inmigrantes clandestinos, que ven en los túneles submarinos su vía de entrada a una vida mejor. Miles se arriesgan cada año subiéndose a los bajos de camiones, intentando entrar en el tren Eurostar o saltando a trenes en movimiento. Otros lo intentan en botes para cruzar el Canal de la Mancha, pero los túneles cerca de Calais siguen siendo el principal punto de acceso para los inmigrantes.

En Calais está el campamento conocido de forma despectiva como ‘La Jungla’, un campo de inmigrantes que esperan su oportunidad para cruzar la frontera. Viven allí hasta 3.500 personas, que se multiplican en verano. El origen del problema migratorio y del campamento comenzó en 1999.

Fue la Cruz Roja, que viendo la enorme llegada de refugiados que huían de la Guerra de los Balcanes, decidió montar un centro de refugiados en la ciudad: Sangatte. Tres años tras su apertura, la población de este centro era ya de 1.600 personas, que cada noche intentaban entrar en camiones y otros vehículos. Algo que provocó las quejas de choferes y pasajeros.

En 2002 Reino Unido anunció el cierre del campamento. Sangatte desapareció, pero Calais se consolidó como la puerta de entrada al Reino Unido. Desde hace años, el problema ha ocupado las portadas de periódicos y ha protagonizado debates en parlamentos nacionales. Tras más de 15 años de muertes, incursiones e intentos, y la construcción de enormes vallas para proteger el recinto, el problema persiste. Así, el portavoz de la empresa Eurotúnel aseguró esta semana que en lo que va de 2015 se ha bloqueado la entrada a inmigrantes 37.000 veces.

Hamid, un ciudadano sirio de 40 años, contó al portal DW que intenta saltar por la noche. Cruzó Europa entera con su sobrino para llegar a Gran Bretaña. “Mi mujer vive ya al otro lado”, dijo señalando la costa, “quiero reunirme con ella”.

Desde hace semanas, miles de migrantes, en su mayoría africanos, intentan penetrar en la terminal de Eurotúnel. El pasado martes se registraron 1.500 intentos por acceder, lo que dejó un muerto.

Los líderes de Francia y Reino Unido han prometido poner fin al problema, incluso con medidas extremas. El primer ministro británico, David Cameron, anunció este viernes que enviará más perros adiestrados y destinará 7 millones de libras para mejorar la valla que sirve de barrera, mientras que Francia dispuso que 120 policías refuercen los controles en Calais. (I)