La ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, propuso ayer que el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Guayaquil trabajen en los mecanismos para que los habitantes de la urbe decidan el lugar en que será   ubicado el monumento de León Febres Cordero (LFC).

La secretaria de Estado reiteró que no puede ser colocado al pie del barrio Las Peñas, porque obstaculizaría el paisaje de un lugar patrimonial del puerto principal.

“Hemos ofrecido a la Municipalidad (de Guayaquil) a hacer un estudio serio para proponer alternativas,   incluso que sea la ciudadanía guayaquileña la que se pronuncie sobre el mejor sitio para instalar dicha escultura”, informó Espinosa en una rueda de prensa que brindó ayer en la Gobernación del Guayas.

La funcionaria reiteró que la Ley de Patrimonio Cultural vigente y el Código Orgánico de Ordenamiento Territorial (Cootad) dan la potestad para que el Gobierno central sea el que decida sobre la ubicación y la influencia de los paisajes que tienen los objetos culturales.

Espinosa se mostró sorprendida de la actitud del alcalde Jaime Nebot -quien rechaza la intervención del Ministerio en este tema- al recordar que en ocasiones anteriores, para la reubicación de otros monumentos, sí ha pedido autorización de la cartera de Estado. Esteban Delgado, director en Guayas del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, informó que hay dos precedentes en los que el Cabildo pidió permisos para reubicar estatuas en la urbe.

Además, reiteró que el Ejecutivo apoya la decisión de mantener las espadas de Eloy Alfaro y de Pedro J. Montero, que fueron sustraídas del Museo Municipal de Guayaquil en 1983, en Ciudad Alfaro, en donde se “encuentra la mayor parte de los objetos que  representan el legado de Eloy Alfaro”.

Espinosa agregó que más allá de discutir sobre este tema, el museo debe incrementar las medidas de seguridad, recordando que, además de los sables,   de ese lugar fue sustraída el acta de independencia de Guayaquil.