Los fuertes vientos que se presentaron la noche del lunes en varios sectores de Guayaquil, no fueron producidos por una anomalía. Más bien se trata de un evento natural causado por la llegada de la estación seca prevista regularmente para inicios de junio.

Augusto Cazorla, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) en el área de pronósticos, explicó: los vientos comienzan a tener una gran presencia porque también inicia el desplazamiento a latitudes más altas del anticiclón del Pacífico Sur.

Se trata de un sistema de alta presión (vientos rotando en sentido opuesto a la rotación de la Tierra) que viene desde la parte oceánica del Pacífico. “Esto empieza a tener más ímpetu por los meses de junio, julio o agosto, en que se da la mayor presencia de la corriente fría del Humboldt. Hay aire frío seco, con vientos más intensos”, precisó.

La ventisca que sintieron los porteños tumbó macetas y afectó los techados de algunos inmuebles, especialmente del norte de la ciudad, en la ave. Carlos Julio Arosemena, Urdesa, Miraflores, El Paraíso y otras urbanizaciones cercanas.

De acuerdo al técnico, la velocidad máxima de su desplazamiento está entre los 2 y 4 metros por segundo.

La época seca, recalcó Cazorla, está iniciando y esto va de la mano con variaciones en la temperatura. “No hay de qué preocuparse”, aseveró. Respecto al intenso sol que se presenta en las mañanas y el frío que empieza a sentirse en el puerto principal durante las madrugadas, expresó que son propias de la época.

“Tenemos condiciones de estabilidad atmosférica y buen tiempo. Eso quiere decir que hay menos nubosidad y mayor incidencia solar en el día”. Las temperaturas máximas para estos meses del año pueden oscilar entre los 30 y 33 grados.

El día más caluroso que soportó Guayaquil durante mayo fue el 22, cuando se elevó a 34,9 grados. Lo máximo que se ha registrado en la urbe es 36 grados.

La época seca también viene acompañada de frío, especialmente en las madrugadas. Lo mínimo que se prevé para estos días, de acuerdo a la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), organismo que monitorea estos fenómenos, es 23 grados.

A pesar de ello, lo máximo que bajó en mayo fue 22,4 grados. Esto se dio el 23 de ese mes. Cazorla no descartó que durante este período se presenten lluvias débiles en Guayaquil. Las precipitaciones, expresó, serán más constantes en el norte del país. Esto porque ingresa humedad proveniente de la Amazonía por la parte norte y este.  “Los aguaceros intensos están cerca de las estribaciones de la cordillera, es decir al interior del Litoral ecuatoriano”.

Condiciones para La Niña

De su parte, el Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen) indicó, en un boletín emitido ayer, que bajo la superficie, en los primeros 200 metros existe un predominio de aguas más frías de lo normal (con anomalías de hasta 2 grados centígrados).

El organismo añadió: En la última semana se evidencia un fortalecimiento de los alisios en el Pacífico Oriental. “Las probabilidades de que las condiciones frías continúen evolucionando hacia el establecimiento de La Niña siguen en aumento”. (I)

-----------------------------------

En Cuenca y Colta

Tormenta y granizada en dos ciudades

La capital azuaya y el cantón chimboracense sufrieron los embates de dos eventos climáticos diferentes.

En el caso de la primera, un torrencial aguacero caído el lunes puso en aprietos a los habitantes de las parroquias de Sayausí, al oeste, y Ricaurte, en el este de la Atenas del Ecuador.

En los dos sectores se produjo acumulación de agua por el taponamiento de los sumideros.

Del mismo modo, pequeñas quebradas salieron de su cauce por el aguacero. En Ricaurte la lluvia estuvo acompañada de granizo y vientos.

Según el coordinador Zonal 6 de Gestión y Riesgo, Galo Sánchez, se registraron 15 llamadas de emergencia, entre las que se pedía la presencia del Cuerpo de Bomberos para sacar agua de las viviendas. “No fueron inundaciones graves, pero sí preocuparon a los habitantes, sobre todo de Sayausí y Ricaurte”, dijo.

En otros sectores de la urbe, como en la avenida de las Américas se congestionó el tráfico vehicular, debido a los trabajos del tranvía. Según Sánchez, las lluvias seguirán, por lo menos, hasta el viernes.

Mientras en Colta, una granizada provocó daños en los cultivos de papa, cebada, quínua y chochos. Vías de segundo orden quedaron intransitables debido a la acumulación del hielo.

Antonio Paguay, dirigente de una de las tres comunidades afectadas, dijo que los ciudadanos se asustaron por la fuerza del temporal. Los agricultores aseguran que las pérdidas son incalculables. (I)