El centro, el norte y suburbio son los sectores de la ciudad que concentran la oferta de monigotes con los que muchos ciudadanos despiden el fin de año.

A pesar de que el Municipio de Guayaquil impide que se comercien las figuras fuera de la calle 6 de Marzo, nuevos puntos ganan espacio en la oferta.

Eso ocurre en las calles García Moreno, Francisco de Orellana, 25 de Julio, José Egas y José María Velasco Ibarra, en donde el comercio de muñecos de papel y aserrín se realiza cada diciembre hace cerca de 10 años.

Los vendedores están conscientes de que se  exponen a una sanción por parte del Municipio,  pero asimismo apelan a una tolerancia porque “no hay ‘cama’ para tanta gente en la 6 de Marzo”, aseguró Teresa Conforme, quien instaló su puesto cerca de una gasolinera en la ciudadela Bellavista.

La ciudadana ofrece en este sector, por cuarto año consecutivo,el tradicional monigote elaborado con prendas de vestir remendadas y relleno con aserrín, que se oferta a precios que van desde $ 5 hasta $ 15. Los   valores varían por el tamaño. “Es la opción más barata y la gente la sigue comprando”.

Las ventas, afirmó, son bastante buenas pese a que a pocos metros ofertan muñecos más grandes, elaborados con cartón y pintura, que representan a personajes de Marvel y Dragon Ball. Por estos, en cambio, se pide entre $ 50 y $ 110.

En García Moreno y Oriente, aproximadamente 20 familias del sector se dedican a la confección de los ‘años viejos’, que se expenden cerca de sus hogares y a comerciantes de la 6 de Marzo.

Esta actividad comienza entre mayo y junio con la elaboración de los moldes y el armazón. Carlos León, por ejemplo, llegó a fabricar 300 de estos y manifestó que todos se venden.

Los compradores también vienen de distintas provincias para expenderlos en las ciudades de Santa Elena, Babahoyo y Quito. Un toro vestido con uniforme del Barcelona SC, de 2 metros, “que en la 6 de Marzo lo venden hasta en $ 300, aquí se lo lleva solo por $ 100”.

Entre los personajes elaborados están los Pitufos, figuras de Disney, Doraemon, Hello Kitty, Capitán América y Superman.

En la avenida Francisco de Orellana, en las intersecciones de Benjamín Carrión y José Luis Tamayo, se ubican tres puestos que venden monigotes.

Uno de ellos está bajo un paso a desnivel, junto a la 12° etapa de la Alborada. Su propietario, Humberto Chávez, desarrolla esta actividad, en el mismo sitio  hace siete años.

La venta en el lugar se incrementa los días 29, 30 y 31 de diciembre y estos muñecos “prácticamente se agotan horas antes del 1 de enero”.

Hay quienes, en este año, se animaron por primera vez a este tipo de comercio. Jimmy Olivera, en Sauces 6, aprovechó sus conocimientos en pintura y arte para elaborar 100 monigotes, de menos de un metro de altura, que vende entre $ 10 y $ 45.

En un parterre de la calle José Egas se estrenó el negocio. Olivera, de origen colombiano, es apoyado por una de sus hermanas para vender su exhibición.

El Cabildo, mediante un comunicado, indicó que esta actividad solo está permitida en la calle 6 de Marzo. Además, continúa vigente la ordenanza que impone a estos comerciantes usar carpas y uniformes.