Ecuador, 06 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Un aporte que ha sido históricamente invisibilizado

Un aporte que ha sido históricamente invisibilizado
22 de abril de 2013 - 00:00

La historia de las mujeres ha estado (y está) marcada por profundas brechas: desigualdad laboral por discriminación sexual en la esfera privada y pública; asimétricas relaciones en cuanto a la compensación salarial que reciben (si se la compara con la que perciben los hombres); naturalización de sus roles sociales, económicos y culturales, como el hecho de asumir per se que una mujer está destinada únicamente a ejercer actividades de carácter privado; reparto desigual del tiempo entre hombres y mujeres, así como de la responsabilidad en las cargas domésticas y en el cuidado del hogar; pero ante todo, está la invisibilización de su aporte real a la economía de los países. 

Desde la formación de las sociedades más convencionales y dogmáticas, hasta las que se desarrollan en estos “tiempos modernos”, las relaciones entre hombres y mujeres se han establecido bajo principios sustentados en la jerarquización de los sexos y géneros, y la exclusión del otro.

Aquello devino, evidentemente, en un control de los cuerpos y actividades de las mujeres, así como en una tácita separación entre el trabajo productivo (hombres) del reproductivo (mujeres), de tal forma que al primero se lo reconoce económicamente mientras que al segundo no.


Responsables del trabajo doméstico y del cuidado, no valorizados por la economía de mercado, las mujeres son las más afectadas por los mecanismos de precarización del trabajo. En estudios desarrollados por especialistas del campo de la llamada economía feminista: “El retiro del Estado de los servicios básicos siempre se traduce en más trabajo no remunerado para las mujeres”.

Por ello, ante un escenario de crisis, señalan que “es urgente romper con la división sexual del trabajo doméstico y diseñar un nuevo paradigma de sostenibilidad de la vida humana”, en condiciones de igualdad de derechos y obligaciones.


Antes, en el Ecuador, en lo referente a la educación, los grados y cursos tenían una mayor cantidad de hombres, la diferencia era del 2% respecto de las mujeres, según los datos provistos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).


Sin embargo, en la actualidad, tanto la Constitución de 2008 como el Plan para el Buen Vivir, generaron las condiciones políticas y legales para que, de alguna manera, se revierta esta situación (aunque los resultados aún no sean los esperados). Ahora hay más mujeres que hombres estudiando. En la educación superior, por ejemplo, hay más estudiantes mujeres, con una diferencia de 5% respecto de los hombres.


Por otro lado, en 2005, los hombres percibían ingresos más altos que las mujeres, la diferencia era del 68%; pero ahora es de aproximadamente 8%.


Romper con la división sexual que genera violencia y discriminación hacia las mujeres parecería algo difícil de lograr, ya que el principal factor para transformar esta realidad es la cultura. Sin embargo, las herramientas están ahí, solo hay que ejecutarlas y así generar conciencia.

 

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media