Dentro de la serie de cambios que ha experimentado el país desde la llegada de la Revolución Ciudadana quedaba pendiente el relacionado con las leyes laborales. Si bien en los últimos años se han conseguido grandes avances, el marco general regulatorio vigente no se ajusta a las nuevas realidades que hoy pretende abarcar el proyecto que fue presentado por el ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, a propósito de Día del Trabajo.

El código laboral vigente data de 1938, cuando gobernaba como jefe supremo, el general Alberto Enríquez Gallo. Fue concebido por expertos jurisconsultos y contó con la aprobación del Congreso Obrero Nacional del Ecuador. En ese momento se consideró como un hito la vigencia de ese cuerpo legal. Hoy, 76 años después, la necesidad de una nueva normativa es evidente no solo por el tiempo transcurrido, sino por las diferentes dinámicas entre los actores y los nuevos tipos de relaciones laborales. En estos meses es necesaria una ardua tarea de socialización y de discusión que involucre a todos los sectores, a fin de que la Asamblea Nacional cuente con todas las voces posibles para iniciar el debate en el pleno.

En los últimos años, los logros obtenidos en materia de derechos laborales y salarios se han conseguido gracias a decisiones del Gobierno, pero sin duda una nueva legislación es necesaria para que las reglas estén claras de cara a una etapa en la que las autoridades buscan atraer mayor inversión y desarrollar una matriz productiva diferente, un proceso en el que el sector privado es clave.

Dejar atrás la tercerización laboral, anular la posibilidad de que existan salarios inferiores al sueldo mínimo para, por ejemplo, las trabajadoras domésticas, o haber conseguido por primera vez en la historia cubrir el costo de la canasta básica con un salario ‘digno’, son muestras de la preocupación por mejorar las condiciones laborales. De otro lado, los sectores empresariales han expresado reparos a políticas que consideran demasiado ‘garantistas’ o que desincentivan la inversión. Esta es una buena oportunidad para discutir posiciones.