La ciudad más poblada y grande del Ecuador, Guayaquil, cumplió 193 años de independencia y ha sabido forjarse (aun con los desafíos que tiene) como un importante cen¬tro de comercio que influye en todo el mundo. Ejemplo de esto es el puerto Libertador Simón Bolívar que mueve el 83,95% de la carga ecuatoriana, constituyéndose en uno de los más importantes de la costa del Pacífico oriental y concentrando el mayor flujo del movimiento comercial, industrial y de servicios del país, ayudado, además, por su cercanía con las zonas de desarrollo agrícola, vialidad e in¬fraestructura. 

Por las instalaciones portuarias de Guayaquil también sale el 70% de las exportaciones privadas del país e in¬gresa el 83% de las importaciones. Esto le ha permitido a la ciudad denominarse como la “capital económica” de Ecuador.

Asimismo, el 70% del banano se exporta por este puerto. La dinamización de la actividad comercial se facilitará con el ingreso de los barcos Post-Panamax, que cargan más de 11 mil contenedores o TEU de más de 20 pies de altura, lo cual convertirá a Ecuador en un país más competitivo en el comercio internacional. Actualmente transitan por los puertos ecuatorianos las naves Panamax que solo cuentan con una capacidad aproximada de 4.000 TEU.

Pero también, hay otros planes del Gobierno para la ciu¬dad azul: reconvertir el puerto actual para turismo y ca¬botaje, y la creación de la Autoridad Portuaria del golfo de Guayaquil. Entre tanto, se busca localizar el puerto en otro punto. La dimensión del puerto de Guayaquil es tal que por cada contenedor que entra y sale, laboran unas 25 perso¬nas, a más que genera trabajos indirectos.

Guayaquil, cuna también del arte y la cultura, se caracte¬riza por la actividad hidrocarburífera. En el golfo, hay una febril exploración y explotación de gas natural, concreta¬mente, en el campo Amistad. Los resultados se aprecian en la producción diaria de 100 millones de pies cúbicos que, para 2014, alcanzarían los 141 millones, confirman datos oficiales. No hay duda, Guayaquil es un espacio estratégico para el desarrollo, donde hay que concentrar los esfuerzos de política pública para profundizar sus potencialidades.