Soy José Cruz, vivo en la ciudad de Riobamba y tengo una distribuidora de fármacos. Vendo insumos médicos y medicinas. La dinámica del negocio es comprar mercadería a crédito, cubrir cheques y  ayudar con créditos a los clientes.

Mi situación durante la pandemia fue similar a la de toda la gente. En mi negocio fui perdiendo liquidez; tenía unos ahorros que me sirvieron para comprar mercadería de contado, especialmente productos como alcohol, guantes y mascarillas, que eran los más demandados. Solo los vendían de contado.

Estos productos escasearon y eran difícil de conseguir. Los precios subieron y eran puestos por los macro distribuidores o laboratorios.

En algún momento estas grandes empresas daban cierta facilidad, siempre y cuando uno estuviese al día en sus carteras de crédito; ahí procedían a despechar, caso contrario no había mercadería.

Llegamos a un punto en que estaba tambaleante, yo había pensado recortar las horas de trabajo en mi negocio, pero la noticia de este financiamiento para fomentar la reactivación nos devolvió la esperanza.

Conocí sobre el crédito Reactívate Ecuador porque estaba trabajando en un proyecto para importar una maquinaria. Cuando presenté mi carpeta en el Banco del Pacífico aún faltaban varios temas por pulir.

Ahí me comentaron sobre el crédito de emergencia para dar liquidez a los negocios, ingresé mis documento y me los aprobaron en un tiempo récord.

Lo papeleos no nos gustan muchos, pero es necesario hacer bien las cosas para que nos aprueben. Yo había solicitado cierta cantidad, pero el análisis me dio un valor más bajo; sin embargo para mí fue una gran ayuda.

El financiamiento me dio un respiro; ahora estamos trabajando con mucha más cautela con los mismos clientes, igualándonos en cartera con nuestros proveedores, tratando de equilibrar ingresos y egresos en cuanto a ventas para seguir adelante.

El banco me abrió dos puertas porque aún me permite seguir trabajando en el proyecto que está pendiente. Siempre queremos emprender, pero a veces no hay apoyo. (O)