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Ladislao Mazurkiewicz, puro temperamento y espectáculo en el arco

Ladislao Mazurkiewicz, puro temperamento y espectáculo en el arco
03 de enero de 2013 - 00:00

El ex arquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, que se destacó en Peñarol y en la selección de su país en la década de 1960, falleció  la madrugada de ayer, según  informó un allegado suyo.

"Acaba de producirse el fallecimiento de Ladislao Mazurkiewicz, no tengo palabras sólo tristeza inmensa, QEPD", publicó en su cuenta de Twitter el ex guardameta aurinegro Fernando Álvez, quien informó constantemente sobre el deterioro de salud del ex jugador en la última semana.

Mazurkiewicz, de 67 años, sufrió un problema respiratorio que derivó en su ingreso en un sanatorio el pasado 24 de diciembre y su estado general se agravó en los últimos días debido a problemas renales que agravaron la situación.

El astro uruguayo quedará en la historia dorada del fútbol tras protagonizar espectaculares atajadas ante estrellas como Pelé, transformarse en el mejor arquero del Mundial de México 1970 y consagrarse campeón del mundo con Peñarol en 1966.

A pesar de su estatura media (1,79 metros), el apodo Chiquito, por ser el menor de sus hermanos, lo acompañó durante toda su carrera futbolística. Su serenidad y firmeza en situaciones extremas lo transformaron en uno de los grandes ídolos del fútbol uruguayo.

Nació en Piriápolis -balneario ubicado al este de Montevideo- e inició su carrera a los 18 años en el modesto Racing de su país y pasó rápidamente al popular Peñarol.

El vertiginoso ascenso de Mazurkiewicz en los aurinegros comenzó en 1965, cuando el equipo debió enfrentar por un desempate en las semifinales de la Copa Libertadores al temible Santos de Brasil, donde brillaba el “rey” Pelé.

Allí comenzó a forjarse la leyenda del portero, ya que entró de titular sorpresivamente y con espectaculares atajadas fue clave para el triunfo “carbonero”.

Pese a la caída del equipo en la final ante Independiente de Argentina, el golero ya había conquistado el corazón de los hinchas “mirasoles” y el respeto de sus acérrimos rivales, entre ellos Pelé, que lo felicitó por su actuación.

La gloria le llegó un año después con la conquista de la tercera Copa Libertadores del club -ante el argentino River Plate- y la Copa Intercontinental -ante el Real Madrid de España-.

Títulos a los que se agregó en 1969 la conquista de la Supercopa de Campeones Intercontinentales, torneo único a nivel de clubes. Los triunfos de Peñarol y sus memorables actuaciones en los partidos decisivos lo llevaron a ser uno de los mejores en su puesto.

Conoció al soviético Lev Yashin, apodado "la Araña Negra", considerado el mejor guardameta del Siglo XX, en partidos de celebración armados por la FIFA. Mazurkiewicz comentó en una entrevista a la cadena GolTV que Yashin, al retirarse en 1971, le dijo que él sería su sucesor.

De “la Araña Negra” el uruguayo imitó su forma de vestir, ya que ambos arqueros jugaron toda su carrera vestidos de negro. A los triunfos internacionales sumó con Peñarol las consagraciones como campeón uruguayo de 1967-68 y 1981, año de su retiro del fútbol profesional.

El golero también mostró su valía en el Atlético Mineiro de Brasil -equipo con el que conquistó el campeonato brasileño en 1971- con el Granada de España y con los sudamericanos Cobreloa (Chile) y América de Cali (Colombia).

Salidas rápidas, espectaculares estiradas con las que alcanzaba a desviar peligrosos tiros y una fuerte personalidad fueron las marcas distintivas del guardameta que también se destacó junto a la “celeste” en los mundiales de Inglaterra 1966 y México 1970.

En el Mundial de México Mazurkiewicz se transformó en pilar del equipo uruguayo que alcanzó el cuarto lugar. Su despedida en Copas del Mundo se dio en Alemania 1974, donde una deteriorada selección uruguaya quedó eliminada en la primera fase, pese a buenas actuaciones del arquero.

Con Uruguay logró los títulos de Campeón Sudamericano Sub-20 (1964) y el Campeonato Sudamericano 1967, torneo que actualmente se conoce como Copa América.

Al finalizar su carrera futbolística, Mazurkiewicz prefirió permanecer activo dentro del entorno futbolístico de su país y continuar cosechando éxitos.

El reconocido ex jugador fue, durante varios años, preparador de arqueros del Peñarol (equipo que se coronó campeón del último Torneo Apertura uruguayo). Ocupó este cargo hasta que tuvo las últimas afectaciones en su salud.

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