Ciclistas quiteños exigen respeto a sus derechos

José Arévalo dice que la movilidad alternativa “ha caído en una especie de tobogán con subidas y bajadas en los últimos años”.

Arévalo, un activista del uso cotidiano de la bicicleta, reclama que mientras la Alcaldía de Quito inició la operación de 300 vehículos eléctricos esta semana, “todos los días se pisotean los derechos de los ciclistas en la ciudad”.

Cita hechos como la invasión constante de los espacios destinados a los usuarios de bicicletas por parte de los conductores de automotores.“Nadie respeta las ciclovías. Los carros circulan por ellas todo el tiempo y los choferes las utilizan como zonas de estacionamiento sin que nadie controle”, dice.

Este tipo de hechos es recurrente en la ciudad. Por ejemplo, ayer un vehículo de carga y un automóvil  estaban estacionados sobre la ciclovía de la av. Mariana de Jesús entre las 10:30 y las 11:00.

En un caso, la respuesta del chofer que cometió esta infracción fue que debía descargar productos para un restaurante y en el otro, la persona se había bajado “2 minutos del carro” para recargar el teléfono celular.

Más o menos a la misma hora, 3 vehículos (2 automóviles y una van) usaban un tramo de la ruta exclusiva para ciclistas de la calle San Salvador como estacionamiento (ver fotografía).

César Luna afirma que hace 4 años a diario se dirige desde su vivienda (barrio Miraflores) hasta el trabajo (av. Colón) y viceversa abordo de su bicicleta.

El ejecutivo de ventas asegura que dejó de utilizar la calle Antonio de Ulloa desde mediados de 2014, cuando la actual Alcaldía intervino la vía y convirtió la ciclorruta exclusiva que había en un carril compartido para bicicletas y vehículos.

De acuerdo con Luna, esta acción prácticamente expulsó a quienes usaban cotidianamente esa calle en su tránsito mediante vehículos no motorizados. “Nadie respeta la señalización de que se trata de un carril también para bicicletas y los choferes tampoco respetan la distancia que deben mantener con los ciclistas. Se volvió una ruta peligrosa que fue tomada por los automotores”, manifiesta.

Los cambios en la Ulloa forman parte del proyecto anunciado por la administración de Mauricio Rodas, en julio de 2014, destinado a, supuestamente, optimizar la presencia de ciclovías en la ciudad. También, se intervino un tramo de la Luis Cordero y se planeaba hacer lo mismo en las calles Veracruz y Vozandes.

El proyecto, sin embargo, no se ejecutó en la totalidad de los 4 kilómetros previstos inicialmente. Además, se planificaba que las áreas intervenidas se convirtieran en zonas 30, en las que los carros pudiesen circular máximo a dicha velocidad. No obstante, aquello tampoco se concretó.

Un plan de movilidad alternativa que también se encuentra pendiente es la modernización del sistema público de préstamo de bicicletas, conocido como BiciQuito.

Para ello se planteó la compra de 700 nuevas bicicletas estándar (además de las eléctricas) y la automatización del sistema de préstamo de los vehículos para facilitarlo y disminuir la pérdida de las unidades de 2 ruedas.

El concurso subido para el efecto al portal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), en diciembre pasado, fue declarado desierto el 27 de enero pasado y aún no ha sido levantado nuevamente.

Está pendiente, además, la extensión de las ciclorrutas que hay actualmente hacia el sur de la urbe, una demanda hace años de los activistas de este tipo de movilidad.  

En el Plan Operativo Anual (POA), con el cual se aprobó el presupuesto del Municipio de Quito de este año, no consta este proyecto, a pesar de que está prevista la utilización de $ 4 millones para movilidad alternativa en 2016.

A pesar de ello, el excoordinador de movilidad no motorizada del Municipio de Quito, Diego Puente, señaló en diciembre pasado que la nueva red de ciclorrutas se establecería y señalizaría en el primer semestre de este año.

En caso de concretarse el plan  las vías del sur con espacios para la circulación de bicicletas se establecerían en rutas como la 5 de Junio, Rumichaca, Teniente Hugo Ortiz, Cardenal de la Torre, Solanda y Morán Valverde. (I)

DATOS

Actualmente, menos del 1% de los capitalinos se moviliza en bicicleta. El 70%  en transporte público y el resto en auto privado.

Según estudios, el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano representaría que disminuya la emisión de 45 toneladas de C02 en un año, lo que ahorraría $ 963.000 en gastos de salud.

La capital de la República actualmente tiene una red de ciclovías de alrededor de 72,9 kilómetros, que están centralizadas básicamente en la zona centro-norte de la ciudad.

El sistema de bicicleta pública (BiciQuito) cuenta con más de 1.000 unidades distribuidas en 25 estaciones. Unos 2.000 viajes diariamente se realizan en el sistema BiciQuito y la Alcaldía planifica aumentar la cifra a 2.500.