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El director del Coro de Niños quiere lograr un “efecto multiplicador”

El director del Coro de Niños quiere lograr un “efecto multiplicador”
13 de abril de 2013 - 00:00

Que en la educación formal se piensa en la aproximación a las artes en un momento tardío de la formación no es un secreto. Francisco Aguilera, director del Coro de Niños de la Universidad de Guayaquil (UG) y del coro de jóvenes Visum Musicum, parte de esa premisa para dos proyectos que busca impulsar: la Schola Cantora y “Educar Cantando”.

La Schola Cantora es -el nombre lo pone fácil- un centro de formación académica de coristas. Según Aguilera, gran parte de los coros son integrados por aficionados y prescinden de educación en teorías musicales.

Existen scholas cantoras en países de Sudamérica como Venezuela y Argentina, explica Aguilera, donde los coristas llegan a ser “más cultivados, más técnicos, y se pueden montar obras de más alto nivel”.

La Schola Cantora es un proyecto que “vengo desarrollando hace 3 años  y necesita de una gran logística”, dice Aguilera, un licenciado en pedagogía musical que apunta a la necesidad de que los músicos sean formados  además  como directores.

“Hace un año decidí darles -a sus alumnos juveniles- cursos de dirección, teorías de solfeo y técnicas de canto, para que ellos instruyan a niños”, explica el educador, que espera lograr un “efecto multiplicador”, con “Educar Cantando”, un proyecto educativo para masificar su labor en los coros de niños y jóvenes.

Es que las intenciones del director del Coro de Niños van lejos, al punto de pensar en brindar una formación musical desde temprana edad en escuelas y colegios, para convertirlos en semilleros.

Pese a que aún no es oficial la participación de las instituciones necesarias para convertir a “Educar Cantando” en un proyecto sostenible, la idea es poner en marcha una etapa de prueba de seis meses en seis colegios (unos 200 alumnos), con el nuevo período lectivo, “para demostrar que sí lo podemos hacer”.

Los coros en los colegios estarán a cargo de los pupilos de Aguilera que finalizan  los cursos de dirección. “Este mes dictarán talleres en escuelas, con una metodología unificada y la misma técnica que el coro de la UG, que es el que conocen y han experimentado”.

El profesor, de 44 años, dirige hace 13 el Coro de Niños UG, que actualmente está conformado por 50 coristas, que han sido invitados en noviembre a Chile, para participar en la Bienal Internacional de Niños Cantores de Viña del Mar.

Al igual que la bienal en Viña, el coro ha sido convocado a distintas presentaciones internacionales. Sin embargo, solo han podido presentarse en Colombia y Perú.

Pese a que el conjunto tiene un presupuesto asignado por la Universidad de Guayaquil, no es suficiente para cubrir los gastos de viajes de más de 30 personas a otros países. Por ello, Aguilera busca ahora alternativas para financiar otras    necesidades.

Hace 3 años, integrantes de generaciones anteriores del Coro de Niños formaron Visum Musicum, coro juvenil experimental compuesto por 40 músicos, y dirigido por Aguilera. “Si algo da resultado, no hay que quedarse ahí, sino buscar un efecto multiplicador para la comunidad”, insiste el director.

Aguilera, que ha dado los primeros pasos, ahora está a la espera de los resultados y el apoyo de instituciones públicas y privadas para su intento de masificar la práctica y la apreciación musical en la ciudad.

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