I want to be the one to walk in the sun,
Oh girls, they want to have fun
Cyndi Lauper

Toparse con la figura de Cyndi Lauper es entrar a un mundo de extravagancia, donde los colores se avivan y son aceptados. Y es que la cantante estadounidense ha sufrido varios momentos de inflexión en su carrera: comenzó como una gran exponente del pop ochentero, dio un giro a su estilo para tocar blues y en los últimos años se ha dedicado a componer y escribir la música de la obra de Broadway Kinky boots, por la que -se dice- ha resurgido como “estrella”.

Hace treinta años exactamente, en 1983, su canción Time after time lideraba la lista Billboard Hot 100. Ahora, Lauper se ha convertido en la primera mujer en ganarse en solitario el premio a la mejor música original de los premios Tony, equivalente de los Oscar, que reconoce y galardona a lo mejor del teatro. Kinky boots trata sobre una zapatería para drag queens.

Sería muy arriesgado decir que la cantante -que cumple 60 años el 22 de junio- no ha tenido una carrera movida en la última década; desde que arrancó su trayectoria, Lauper no se ha quedado quieta.

En 1983, cuando lanzó su primer álbum llamado She’s so unusual, el mundo de la música pop encontró en ella un cántaro donde verter melodías y ritmos. Vendió alrededor de 5 millones de copias.

El disco contenía la canción Time after time,y otra que sigue siendo coreada alrededor del mundo, Girls just want to have fun.

Desde este primer trabajo como solista, fue evidente su lucha por los derechos de las mujeres y los grupos GLBTI. Las cifras de ventas y acogida de su pegajosa música le significaron ser elegida en 1984 como mejor cantante nueva en los Grammy.

Para llegar a eso, Cyndi Lauper pasó por distintas bandas, cantaba en bares, hasta fue DJ en su universidad, donde comenzó como estudiante de arte y luego se dedicó a la música. Antes, desde los 12 años, ya escribía sus propias canciones.

Sus éxitos siguieron llegando con paso firme. En 1986 lanzó True colors, álbum que incluye la canción homónima  y que se ha convertido en un himno a favor de la diversidad de orientación sexual.

Y es que la lucha feminista y pro gay que encabezó Lauper ha sido esencial en su música, por eso decía: “Cuando escribo, interpreto imágenes que veo en mi mente, en realidad soy una contadora de historias”.

Pero Lauper tiene otras consideraciones frente a su música y estética. No solo la melodía y la técnica le son importantes. Para ella, lo visual es fundamental. Fanática de la fotógrafa Cindy Sherman y del cine de Fellini, sus temas más escuchados siempre  tuvieron un videoclip.

Su canción “True colors” (1986) se ha convertido en himno de la diversidad de orientación sexualNo hay que olvidar su apariencia: el cabello, pintado del color que le plazca -decía que teñírselo le dejaba pensar mejor, y escogía los pigmentos de acuerdo a las flores que se topaba en el camino-; siempre despeinada, ropa desgastada, maquillaje en demasía. Su aspecto habla de su personalidad ecléctica y siempre rebelde.

La cantante, que vivía confrontada con los prejuicios sociales, no tenía una preferencia musical muy “subversiva”.

En 2010 decidió aventurarse con el blues y lanzó su álbum Memphis blues, un trabajo realmente distinto a los dos anteriores, pero que compagina sorprendentemente con su estilo y su voz, pues reniega de los lamentos típicos de estas melodías, y le agrega esa libertad e intensidad que siempre la han caracterizado.

Una combinación un tanto irónica que funciona. Su voz se había entrenado cuando tenía 18 o 19 años y cantaba en restaurantes o bares con repertorios que incluían canciones de Janis Joplin.

Tomó la decisión de producir Memphis blues por dos situaciones puntuales: el cansancio y ajetreo de participar en el  reality show The Apprentice, que estaba acabando con su voz, y por la depresión que percibía a su alrededor, en un EE.UU. atacado por un conflicto floreciente de hipotecas de vivienda.

En Memphis blues hay una Cyndi Lauper muy arraigada a  sus luchas. Canciones como Wild women dont get the blues reafirman su autodeterminación. Pero también hay algo de humor en temas como  Down so low, de Tracy Nelson.

El pop no escapa de su vida. En una entrevista a diario El País, de España, ha dicho: “Sé que he influido en muchos artistas, pero no solo los mayores influyen sobre los jóvenes. También puede ser al revés. Me siento inspirada por Rihanna, la admiro mucho. También por su compromiso con otras causas sociales. Siento lo mismo por otras cantantes como Kylie Minogue y Lady Gaga”.

Lauper nunca se ha complicado. Desde el principio lo tuvo claro, y de hecho, lo cantó, y por más burdo que suene, la música es su espacio de diversión; tanto lo quería, que ya es la mujer “que camina sobre el sol”.