No había mucha expectativa sobre el Informe a la Nación del presidente Rafael Correa. Después de casi 400 reuniones de rendición de cuentas semanales ya se había dicho todo y este fue un acto más que nada simbólico, pero que le permitió dar un mensaje directo sobre lo que se propone hacer el Gobierno en el futuro.
Y es por eso que, usando las citas del presidente Correa, voy a darles mi percepción sobre lo que nos quiso transmitir. Así por ejemplo, destacadamente dijo: “Si decidiera participar en las próximas elecciones, significa que voy a ganar. Tan derrotados se sienten los de la oposición que creen que por el solo hecho de que este compañero se presente como candidato ganará las elecciones. Es esta su definición de democracia, bloquear a aquel que podría derrotarlos”.
Y tiene toda la razón. La oposición tiene muy débiles contrincantes, sin propuestas serias, y su única opción se presenta en una increíble mescolanza ideológica que solamente pretende unirse por su sentimiento anticorreísta. Destaco la sintaxis con la cual fue construida su frase al utilizar el subjuntivo imperfecto con el que inicia la cita, que es casi una forma condicional y que puede interpretarse como que está considerando la alternativa opuesta: no participar en las próximas elecciones. Y yo me atreví a escribir un artículo al respecto hace algunas semanas.
Y hay más sobre esto: “La verdad es que por fin existe una verdadera alternabilidad y el poder finalmente ha pasado a las manos del pueblo ecuatoriano”. La eventualidad de reelección indefinida no es una declaración de permanencia en el poder por sí y ante sí. Es simplemente la posibilidad legal de competir electoralmente y que el pueblo decida si lo reelegimos o no. No se ganan diez elecciones a menos que haya un fuerte apoyo popular. Y a ese altísimo apoyo del pueblo le temen los rezagos de la partidocracia.
Las cuatro citas siguientes conforman una radicalización de la Revolución Ciudadana: “En las próximas horas denunciaremos a las autoridades respectivas y al país entero un grave caso de corrupción en las filas de la Revolución Ciudadana”. “Nos llena de vergüenza, ofrecemos disculpas al país, enfrentaremos el costo político, pero jamás, jamás cohonestaremos la corrupción”. “Contratistas, empresa privada, a no dejarse pedir un solo centavo por la obra pública, denúncienlo inmediatamente y tendrán todo el respaldo del Gobierno”. “Servidores públicos de la patria, más allá de su justo sueldo, a no aceptar un solo centavo por cumplir con su deber (…), cualquier intento de soborno, también denúncienlo, así como sobreprecios, contratos amañados que todavía pudieran darse, pese a tener el mejor sistema de compras públicas de toda la región”. Es una declaratoria de guerra a la corrupción. Pero sobre todo una advertencia de que no habrá impunidad. Eso es lo que ansiamos para el país y la única forma de obtener el ofrecido Buen Vivir.
Finalmente dijo el Presidente: “Ayer como hoy, todos los que se oponen a verdadera liberación de nuestros pueblos hablan en nombre de la libertad”. Sí señor, los conocemos a todos y son lobos vestidos de corderos. No nos pueden engañar nunca más. (O)
