Andar por las redes sociales es fascinante para quienes estudian el comportamiento humano. Se dice que somos seres pensantes y que nuestras destrezas intelectuales están por encima de los otros seres de la escala biológica. Sin embargo, hay destrezas y comportamientos de lo que tenemos noticia más por la teoría que por lo que se ve en la realidad:
1. La capacidad de observar: los ricos lo son porque se han matado trabajando. Se lo han ganado con el sudor de su frente. No en todos los casos. Hay ingentes cantidades de gente muy trabajadora que igual se ha roto el lomo durante toda su existencia, pero que no enriquece. Y en estos casos, si no lo es, no es por falta de trabajo. Tal vez su comportamiento en otros rubros no les haya facilitado obtener riqueza, pero la riqueza no siempre es solo consecuencia del trabajo.
2. La capacidad de construir silogismos y aplicarlos en la vida cotidiana: si el trabajo es la mejor fuente de riqueza, ¿por qué el empeño desmedido en dejar herencias a sus hijos? ¿No bastaría con darles una buena educación y enseñarles a trabajar duro y parejo, como ellos mismos reconocen y afirman que es la mejor manera de conseguir riqueza? ¿No sería mejor que no se les dejara nada para que así aprendieran a trabajar y a crear su propia fortuna?
3. La capacidad de comprender cifras simples y ubicarlas en su contexto, así como la capacidad de hacer sencillos cálculos mentales: hay un montón de gente torturándose por el tema de las herencias sin comprender cosas tan simples como los montos, los porcentajes, su propio número de hijos… y ahí viene la otra destreza olvidada…
4. La capacidad de evaluar y leer entre líneas las noticias de los medios y los rumores: alguien dice “Nos van a quitar las herencias” y se provoca un pánico que ni el real anuncio de una erupción volcánica inminente ha causado en la humanidad. Se desconoce, o se ignora voluntariamente, lo que significa el verbo ‘quitar’, se olvida que los procesos legislativos son mucho más complejos que venir y quitarle algo a alguien.
5. La capacidad de comprender las palabras en su recto sentido: se escucha hablar de ‘comunismo’, de ‘atraco’, de ‘robo’, de ‘meter las manos a los bolsillos de la gente’, de ‘corrupción’ con una ligereza que espanta.
Y la más grave: la consciencia de las consecuencias de los propios actos y palabras. Ahora último, en las mismas redes, hay gente que se ha dedicado a pedir un golpe militar que destituya a Rafael Correa. ¿A qué espantoso lugar nos quieren llevar? (O)
