Ecuador, 27 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Antonio Quezada Pavón

Business bullshit

11 de junio de 2015 - 00:00

Es el título original en inglés de un libro sugerido para discusión por mi directora de la Espae, Dra. Virginia Lasio, del Dr.  André Spicer, profesor de Comportamiento Organizacional de la City University en Londres. Su traducción podría ser: ‘La mierda de los negocios’, que ya despertaría algún tipo de reacción en varios lectores,  pero para ser complaciente dejémoslo en ‘El estiércol de los negocios’. De cualquier manera, con décadas de experiencia como profesor,  administrador y felizmente hasta ahora empresario, no puedo estar más de acuerdo con el autor.

Es verdad, nuestras organizaciones (y el Gobierno no se escapa de ello) están llenas de palabrería vacía. Vamos constantemente hacia delante, a la tierra de los ‘entregables’ y hacemos escala en nuestro ‘viaje’ para profundizar en los misterios de las ‘mejores prácticas’. Y es así que esta verborrea intrascendente, igual que la majada, no puede ser categorizada como ‘verdad’.

Es cierto que este bullshit de los negocios tiene sus ventajas, pero también sus costos. Y ha sido industrializado por la gente de mercadeo para su producción y comercialización y ahora es moneda corriente en la vida empresarial; desde el alto ejecutivo, a través del director de talento humano, hasta el departamento financiero. Es necesario minimizar este business bullshit para volver a conectar muchos aspectos de la organización con sus actividades centrales.

Surge inmediatamente una pregunta: ¿Por qué hemos soportado tanto tiempo que nuestras instituciones estén llenas de bullshit? Mi respuesta puede ser ingenua, pero es obvia: por comodidad. Miren el caso de la FIFA: cambiar el tono  de ‘Sepp’ Blatter fue rápido, limpiar la podredumbre que hay en el medio va a tomar tiempo, en el hipotético caso de que se logre hacerlo. Hemos conocido los sucios manejos de Joao Havelange y luego de Joseph Blatter y todo su corrupto grupo internacional durante cuarenta años (que a nosotros también nos toca), pero el umbral de confort que nos proporciona el espectáculo del deporte más popular del mundo hizo que no nos preocupe el estiércol en esta organización. Más aún si detrás de este negocio nauseabundo encontrábamos ciertos beneficios y motivaciones personales y colectivas. Al final del día todos somos fanáticos de algún equipo de fútbol. Es difícil aceptar que, si queremos aprender a jubilarnos en el Paraíso, hay que estar preparados para la depresiva muerte. Y es por eso que preferimos la locuacidad vacía a la molesta verdad.

En los negocios tenemos paradigmas escritos en piedra. He asistido a largos cursos de administración estratégica y yo mismo he participado por muchos años en su planeación en donde fui iluminado con grandes ‘verdades’. He llegado a la conclusión de que es pura tontería. Los que venden ‘estrategia’ no saben realmente lo que venden. Y por supuesto, nos venden horóscopos que a todos nos cala y helados de vainilla que a todos nos gusta. No pueden equivocarse. En verdad amigos, hay un nuevo y largo camino que recorrer en administración de negocios en este milenio. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media