Ecuador, 28 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

Antonio Machado. Poesía y política

06 de junio de 2015 - 00:00

En un artículo anterior, incluí unos versos de un poema de Antonio Machado, que me parecieron apropiados a la situación española. Por ello recibí preguntas de amables lectores, que ignoraban la orientación política del poeta y me pedían el texto completo.

El escritor (Sevilla, 1875-Colliure, 1939) fue uno de los preclaros representantes de la ‘Generación del 98’, integrada por eximios pensadores. Ante el desastre ocasionado tras la guerra de Cuba, se vivía un ambiente de descomposición y decadencia que afectaba especialmente al pueblo, sumido en la ignorancia y la pobreza.

Machado, junto su hermano Manuel, se formó en el Instituto Libre de Enseñanza en Madrid. Esta institución laica, dirigida por Giner de los Ríos, sembró inquietudes en la joven generación surgida a fines del siglo XIX. Después de un tiempo en París, el poeta obtiene una cátedra en Soria, pequeña ciudad en la cual comprueba la tesis de que la gente debía recibir ‘escuela y despensa’, al hacerse evidente el analfabetismo de sus pobladores y su extrema miseria.

Desde entonces Machado admite que su posición ideológica se afianzó para siempre. Contrae matrimonio con Leonor Izquierdo y publica con su ayuda su primer libro, Soledades, en el que canta a la tierra castellana y sus duras condiciones. Al fallecer su esposa, pasa a Baeza para ejercer la docencia. Para entonces es amigo de intelectuales de la talla de Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Rubén Darío.

En 1919 desempeña una cátedra en Segovia. Participa en la fundación de la Universidad Popular con el objetivo de dar instrucción gratuita al pueblo. Se vincula con escritores y artistas, pues junto a su hermano Manuel es autor de obras teatrales que se representan con éxito. Su producción literaria es continua y en 1927 fue designado Miembro de la Real Academia Española, colegiatura de la que no se posesionó y a la que no concedió importancia.

Al proclamarse la Segunda República en 1931, la ciudad de Segovia decidió que el poeta se encargue de izar la bandera republicana en el Ayuntamiento. Machado se traslada a Madrid y mantiene, junto a su producción literaria, columnas en diarios y revistas defendiendo la nueva organización del Estado. Al estallar la guerra civil en 1936, los poetas León Felipe y Rafael Alberti logran que se traslade a Valencia, a fin de precautelar su seguridad. Allí da un discurso célebre en un acto organizado por las Juventudes Socialistas Unificadas. En 1937 interviene en el II Congreso para la Defensa de la Cultura y lo abre con un discurso titulado: ‘El Poeta y el Pueblo’.

La derrota republicana lo encuentra en Barcelona, de donde se traslada con su madre y hermano a Francia; allí fallece antes de un mes. Muere, como decía Vallejo, “de mal de España”.

Su  poema ‘El mañana efímero’ concluye así: “… Más otra España nace,/ la España del cincel y de la maza,/ con esa eterna juventud que se hace/ del pasado macizo de la raza./Una España implacable y redentora,/España que alborea/ con un hacha en la mano vengadora,/ España de la rabia y de la idea”. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media