La Sociedad Ecuatoriana de Historia de la Medicina se fundó en Quito en 1978 por iniciativa de distinguidos médicos de la capital y del grupo de Cuenca.  

Este último había logrado establecer en los pabellones orientales y la capilla del viejo hospital San Vicente de Paúl, recibido en comodato de manos del Ministerio de Salud, su Museo de Historia de la Medicina. Desde entonces el núcleo cuencano ha mantenido el Museo incrementándolo con donaciones. El mismo sirve como espacio de la Bienal de las Artes. Desde 1998 una partida del Ministerio de Salud permite que una persona lo cuide y organice.

Con altruista dedicación sus directivos lo han cuidado y fortalecido con actividades de investigación, docencia y servicios. Es una obra dinámica que muestra el esfuerzo de los profesionales de las ciencias de la salud que se esforzaron para mantener al día los progresos del conocimiento y la tecnología. Desde hace unos años el Museo lleva el nombre de uno de sus propulsores, el Dr. Guillermo Aguilar Maldonado.

Hace unas semanas, por una equivocación inexplicable, el Ministerio solicitó su desocupación para destinarlo a oficinas de la Dirección Provincial de Salud, pero ante las protestas de la ciudadanía el Ministerio finalmente recapacitó y archivó la nota. A partir de entonces, conforme señalan los oficios de su presidenta, la Dra. Magdalena Molina, no solo que se ha reconstituido la directiva de la Sociedad, sino que ahora se solicita a la Asamblea Nacional y a la Municipalidad de Cuenca la declaratoria de bien público que impida cualquier otra caprichosa decisión.

Para esto se ha solicitado al Gobierno Nacional y al Ministerio de Salud, que es su propietario, se sirvan ceder estos espacios para que la Municipalidad los tome a cargo, los restaure y mantenga de la mejor manera este importante museo que es parte de la identidad cuencana y constituye un importante y trascendental aporte para el país.

El Museo, que ahora sirve para contar la historia de las prácticas médicas, odontológicas, bioquímicas, de obstetricia y enfermería, seguramente se abrirá para las nuevas concepciones de la salud que van más allá del ejercicio clínico y de las características institucionales, y se refieren a las nuevos enfoques interculturales del Buen Vivir, considerando el cuidado del ambiente, la soberanía alimentaria, los aspectos subjetivos de la salud individual y colectiva.