En 2013 fue creada una normativa en la que se estableció que solo las universidades de categoría A podían ofertar doctorados. La norma dice que también las universidades con categoría B pueden ofertar programas de doctorado pero con una condición, que estén asociadas.

Sin embargo, antes de que esto pase, ya en 2012 fueron presentados 22 programas de doctorado por parte de 7 universidades, de los cuales 7 fueron aprobados por el Consejo de Educación Superior (CES), asegura Enrique Santos, miembro académico del CES. Los profesionales que aspiran a estos programas están en fase de inscripción.  

¿Cuáles son las universidades que ingresaron proyectos de doctorado para que el CES los apruebe?
La FLACSO, la Andina, Escuela Politécnica Nacional, San Francisco,  Espol de Guayaquil, la Universidad de Cuenca y la Técnica de Ambato, estas dos últimas ese año (2012) estaban en categoría A. Las que más han presentado son la Politécnica Nacional y la San Francisco.

¿Quiénes pueden en la actualidad ofertar doctorados?
Rigiéndose a la norma solo la FLACSO, Universidad Andina, Escuela Politécnica Nacional, San Francisco de Quito y la Escuela Politécnica del Litoral, en Guayaquil.

¿A dónde apuntan los 22 programas de doctorado?
Está muy bien repartido, pero el déficit que tenemos es a nivel de ciencias de la salud, porque hay una propuesta presentada por la Universidad Andina, que es en Salud Colectiva, y otra que es en Microbiología de la San Francisco. Pero el resto son técnicas, por ejemplo la de matemática, hay programas de biotecnologías, informática, geofísica, recursos hídricos pertenecientes al país.

¿Qué debían cumplir esos programas para ser aprobados?
Tener una planta de docentes con 9 Ph.D, de los cuales 5 debían ser de planta y a tiempo completo, tener experiencia en investigación, publicaciones, y ser un programa que garantice que habrá investigación.

¿Cuáles han sido las dificultades para que oferten doctorado?
No tener la planta docente que se requiere, falta de líneas de investigación, porque muchas universidades pueden tener doctores, pero eso no significa haber desarrollado investigación durante varios años.

¿Hay universidades que han ofertado maestrías sin el aval del CES?
Desde hace 2 años hay universidades extranjeras que están dictando no solo doctorados sino maestrías y lo hacen en acuerdo con universidades ecuatorianas sin tener la autorización legal correspondiente. Todo programa que funcione en el Ecuador necesita tener autorización del CES. Además las universidades que estarían ofertando programas doctorales y maestrías mediante universidades del exterior no pertenecen a la categoría A.

¿Qué universidades son las involucradas?
Del exterior se conoce que hay universidades cubanas, españolas y peruanas implicadas, y de las ecuatorianas lo único que se sabe es que son alrededor de 4 (sin dar nombre), pero que están en investigación.

¿Qué tipo de sanción recibirían?
Esos títulos no serán registrados por la Senescyt, porque ninguno está autorizado. Sin embargo esto representaría una sanción económica o suspensión al rectorado porque están atentando contra dos normativas, la primera que dice que cuando una universidad quiere ofertar programas de cualquier naturaleza tiene que hacer un convenio con una universidad ecuatoriana, y que la titulación debe ser dada conjuntamente, y que ese convenio debe ser conocido por el CES; lo segundo es que la norma establece que la universidad que puede dar programas en alianza con universidades extranjeras son las de categorías A, y el problema es que las que están implicadas se encuentran en la C y D.

¿Qué universidades pueden ofertar maestrías y cuántas lo han hecho?
Todas las universidades excepto las que están en la D pueden ofertar maestrías tras la aprobación del CES. Para las que están en la D el proceso es más exigente. En el último período pueden estar sobre las 100 maestrías aprobadas, de las 56 universidades.

¿Cómo son financiados estos programas?
Eso es algo que varía. Un doctorado puede estar entre 20 y 40 mil dólares, los que son técnicos son más costosos. Los estudiantes que no tengan beca pagan el 40% del programa, ya sea en universidades públicas e internacionales.