La familia Gonrozabel se trasladó de Quevedo (Los Ríos) al balneario La Cueva de los Murcielagos en La Maná para disfrutar del fin de semana, no se imaginaron que las fuertes lluvias ocasionarían una feroz crecida en el Río Chimbilaco y acabaría con la vida de los 6 miembros (padre, madre y 4 hijos).

El balneario se encuentra ubicado en la vía Latacunga-La Maná a 12 kilómetros del centro de La Maná. Arnulfo Varela, del GAD Municipal de La Maná, informó que los miembros de la familia se encontraban nadando, y no tuvieron tiempo de huir de las bravas aguas.

El siniestro ocurrió la tarde del sábado 2 de abril. Durante las labores de rescate colaboraron el Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Quevedo. El sábado se rescataron 2 cuerpos pertenecientes a la madre e hijo adolescente.

El trabajo de rescate se retomó la mañana del domingo 3 de abril, en la que se recuperó a 2 cuerpos más por el sector de Los Rosales. Juan Villamar, alcalde de La Maná, informó que no descansarán hasta encontrar los dos cadáveres restantes.

Las lluvias del último fin de semana han ocasionado una crecida significativa de los ríos de la región. Ambato, Pastaza y Cutuchi son algunos de los afluentes que ayer tenían mucha más agua de lo normal, lo que preocupa a habitantes de zonas próximas.

Es el caso de Manzanahuaico, comunidad ubicada a un costado del río Ambato, en la Vía Flores, antigua conexión entre Tungurahua y Bolívar. Pese a que hasta el momento no se han producido deslaves ni desbordamientos, los moradores temen que esto último ocurra si los aguaceros persisten.

“Gran parte de vecinos dejan sus viviendas y duermen en casa de familiares cercanos, cuando una lluvia dura más de una hora. Esto porque la Vía Flores recorre junto al río Ambato, y se asienta en la parte más baja de dos montañas que forman un valle muy productivo pero vulnerable por los continuos deslizamientos de tierra y descenso de enormes rocas”, dijo Marcelo Sánchez, vecino de Manzanahuaico.

Tras el cambio de la alerta amarilla por naranja por el fenómeno de El Niño, en 19 provincias incluida Tungurahua; en este y otros sectores próximos a afluentes la población se mantiene en alerta máxima desde ayer debido al peligro de deslaves.

“Los dirigentes barriales y parroquiales tienen listo el plan de contingencia. Es importante la colaboración de la población por si hiciera falta una evacuación, y la predisposición de ayudar frente a posibles deslizamientos de tierra o desbordamientos del río”, explicó Gabriel Medina, habitante de San Vicente, otro de las comunidades de la Vía Flores.

Otros daños

A más de este infortunio los aguaceros de los 2 últimos días causan varios inconvenientes en Pujilí, Píllaro, Salcedo y Ambato. En los tres primeros cantones hace dos días se registraron deslizamientos de tierra en importantes carreteras, desbordamiento de una quebrada y el corte del suministro eléctrico, en ese orden.

Tras una lluvia de 4 horas la noche del sábado, en Ambato colapsaron varias alcantarillas en barrios del norte y hay peligro de deslaves en Quisapincha, Calhua y La Península.

Los Cuerpos de Bomberos, personal de SGR, PPNN, Ecu911 y Comités de Operaciones Emergentes (COE) locales, permanecen alerta frente a nuevos incidentes que podrían presentarse en las próximas horas. (I)