En el  barrio Elia Liut, en la parroquia Yanuncay de Cuenca, se instaló la carpa azul y amarilla del Circo Social que fue inaugurado este viernes.

Este programa social ha mejorado la calidad de vida de niños y jóvenes que integran el proyecto y hasta ahora ha beneficiado a 19.000 personas, aproximadamente, manifestó el gerente del mismo, Julio Bueno. 

La iniciativa es parte del programa “Ecuador Alegre y Solidario”, a través del cual se  promovió la creación del Circo Social, con la finalidad de lograr la reinserción social del grupo vulnerable de más de dos millones de menores que   están expuestos a drogas, violencia, alcohol, explotación sexual, entre otros.

Este modelo de gestión será replicado en  Loja, Tena, Quito, Guayaquil y Manta, por lo cual los gobiernos locales se han comprometido a edificar las carpas.

En el acto de apertura, que se realizó a las 15:00, hubo presentación de artistas, malabaristas y contorsionistas. La segunda función se desarrolló a las 19:00 y fue gratuita.

75 personas saltaron a escena, entre ellos representantes de circos mundiales, como  China, Brasil, Argentina, Rusia, Chile, Venezuela, México y Canadá,  que demostrarán su talento en las diferentes modalidades: trapecio, platos chinos, contorsionismo, entre otros. En el caso nacional, se suman 12 artistas de Cuenca y 10 de Quito.

Durante la apertura se dio a conocer el significado del Circo Social que tiene tres componentes: intervención social por medio de las artes circenses, intervención con las artes musicales (orquestas sinfónicas, coros y cuerpos de danza infanto juveniles de inclusión). El tercer elemento es la Carpa Centro Cultural del Circo Social.

Esta iniciativa pretende recuperar la  autoestima,  sentido de pertenencia a una familia y a un país, así como fomentar el trabajo en grupo y la restitución de sus derechos, a través de las artes circenses.

En la capital azuaya  se benefician 140 menores de edad con varios planes sobre este servicio público.