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Entrevista / Jimmy Jairala / Prefecto de la provincia de Guayas

“El sector público me enseñó a no confiar en nadie”

“El sector público me enseñó a no confiar en nadie”
09 de noviembre de 2014 - 00:00 - Édinson Mendoza y Sonia Vargas. Estudiantes de Periodismo de la U. Laica

Luego de compartir con sus hijos y realizar el enlace semanal para que se transmita en varias radios de la provincia, el prefecto Jimmy Jairala Vallaza, con mucha cordialidad y vestido con camisa casual y jean, nos recibió en su despacho.

Entre otros temas, el funcionario provincial habló de la consulta popular propuesta por el alcalde Jaime Nebot, de sus proyectos y obras al frente de la Prefectura y de su amor por los caballos.

¿Ejercer como funcionario público en algún momento lo ha alejado de la familia?
De ninguna manera. El trabajo no puede separarnos a los funcionarios públicos de nuestra familia. Ningún trabajo mío me ha separado, es cuestión de organizar el tiempo. Yo me despierto a las 5:15, los voy a ver, desayuno con ellos y los llevo a la escuela. Además, compartimos mucho en el hipódromo.

Y sobre ese tema, ¿cómo nace esa pasión por los caballos?
Es de familia, tanto que mi primer sueldo, que fue de 600 sucres, lo dividí en tres: para mi mamá, para mí y para mantener a mi primer caballo llamado ‘Berlinés’, que de paso era malísimo.

¿Qué experiencia le ha dejado la hípica?
Una de las cosas más hermosas es la unidad de mis hijos. Lo segundo fue el Centro de Equinoterapia, yo tengo, a mucha honra lo digo, un hijo especial. Y ese contacto con los caballos nos ayudó mucho con él.

¿A cuántas personas beneficia este centro?
Hemos llegado con atención a más de 3.000 niños y adolescentes. Estamos programando la construcción de 5 centros, 2 en Guayaquil y 3 en los otros cantones. Ya tenemos los recursos.

¿Qué diferencia existe entre su administración y las anteriores?
Estamos trabajando en inclusión con equidad. Tenemos claro que nuestra obligación no solo es construir carreteras, sino también preocuparnos por el Buen Vivir. Y parte de eso es incorporar al mundo de la sociedad a hombres, mujeres y niños que han sido marginados por su discapacidad.

Hablando de periodismo, siempre se ha dicho que las buenas noticias no venden. ¿Cree en este concepto?
Así es, yo estoy de acuerdo con eso. Recuerdo que cuando estaba en TC Televisión hicimos un proyecto para hacer un informativo de buenas noticias, pero el proyecto no progresó porque los auspiciadores no querían pautar.

Hace unos 19 años, Gabriel García Márquez estuvo a punto de fundar un periódico solo de buenas noticias en Colombia y fue un fracaso, porque a la gente, lamentablemente, le gustan las noticias de crónica roja. Mucho se comenta, en el ámbito periodístico, que usted tiene buena prensa. ¿Qué opina?
Efectivamente, en algunos medios sí tengo apertura. Cuando no tengo espacio para comunicar, yo me busco el espacio. Lo que le agradezco a la comunicación es que me enseñó a utilizar las herramientas para difundir las actividades que realizamos. Yo ya no me preocupo si tengo buena o mala prensa y sé cómo contrarrestar las noticias negativas, que son las que más venden. Lo hacemos con nuestro informe radial semanal, un suplemento mensual en tres medios de comunicación desde hace 5 años y un resumen semanal de 15 minutos en un canal de señal abierta.

Además de las obras que están a la vista, ¿aún tiene metas por cumplir?
Nos propusimos metas en el tema social y está muy bien cubierto. Ahora lo que nos hemos propuesto es mejorar las condiciones de vida de la gente del campo atendiendo la vialidad vecinal y en eso tenemos más 32 frentes. Otra de las metas ha sido terminar con éxito las controversias limítrofes con las provincias hermanas.

Es complejo lidiar con los conflictos limítrofes, ¿cómo ha manejado ese tema?
La disputa de un pedacito de tierra realmente es un dolor de cabeza, es casi que un dispendio de recursos de la provincia y lo que queremos es un poco de orden. Que nos marquen bien la cancha para saber hasta dónde podemos trabajar cada uno de los prefectos. Yo espero salir bien librado, sea por vía de consulta o resoluciones constitucionales.

En la vida de un ser humano siempre existen experiencias aprendidas, ¿qué cosas le ha enseñado el sector público?
El sector público me ha enseñado, en primer lugar, a no confiar en nadie, a que las paredes tienen oídos, a que uno ve las caras y no los corazones y a tener cuidado en un medio porque uno hereda personal que no fue suyo. En el caso de la Prefectura, aquí heredé personal que trabajó 17 años para otra administración y hemos tenido que cuidarnos, no de la gente de afuera sino de adentro.
 
¿Qué opina sobre la propuesta del alcalde Jaime Nebot de plantear una consulta popular en el tema  de los pasajes?
No es un tema que me compete, pero todo lo que tenga que ver con impuestos y subsidios no puede ser sometido a consulta popular. A mí lo que me parece es que el diálogo es el camino para solucionar todo. Me parece más bien que el Alcalde debería sentarse a dialogar con los transportistas, renegociar el tema de los subsidios que, por lo demás, no están discutiendo el subsidio total, que lo sigue aportando el Gobierno, sino solamente la tarifa que tiene que ver con los estudiantes. Sobre ese pequeño subsidio me parece que por la vía del diálogo se puede llegar a buen puerto.

¿Qué postura adoptará Centro Democrático en las próximas elecciones?
Nuestro apoyo es total a la gestión del presidente Rafael Correa. Aún faltan 3 años para las elecciones y tenemos que evaluar. No hemos decidido nada, pero debo reconocer que tenemos dentro del movimiento a hombres y mujeres con legítimas aspiraciones para llegar a la Asamblea.

¿Ha cometido errores en su carrera política?
No. Algunas personas pudieron haber considerado que fue error, pero en realidad fue un acierto cuando participé de candidato a alcalde con el auspicio del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Muchos dijeron que era un error grave y terminé la elección con un 30% a mi favor. Eso, en lugar de ser una carga, marcó el impulso de mi carrera política, que me ha llevado una vez al Congreso y dos veces a la Prefectura.

¿Qué viene después de la Prefectura?
Yo he pensado en dos cosas. Una es seguir en la función pública intentando alguna otra dignidad; y tampoco he descartado hacer política activa, pues soy presidente del movimiento.

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