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El titular vitalicio del conjunto torero es el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot

Barcelona, ligado a 3 partidos en el pasado

Fotos: Archivo/El Telégrafo
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05 de octubre de 2015 - 00:00 - Redacción Fanático

En mayo de este año, José Francisco Cevallos, el histórico arquero de la ‘Tri’ que se clasificó con Ecuador por primera vez a un Mundial, se postuló para presidente de Barcelona Sporting Club. Su candidatura no estuvo exenta de comentarios.

El mensaje más criticado en redes sociales fue el de Carlos Vera, quien aseguraba que el movimiento Alianza PAIS estaba detrás de la candidatura de Cevallos. Colgó un video en YouTube que causó más repudio que simpatía de los hinchas de Barcelona en Twitter.

El sábado, en el enlace ciudadano, el Primer Mandatario no solo felicitó a Cevallos por el triunfo como presidente del club guayaquileño, sino que también desmintió el haber enviado una carta con el membrete de la Presidencia, tal como decía Vera. En la misiva supuestamente se felicitaba al exarquero por su triunfo anticipado.

Cevallos a lo largo de la campaña negó cualquier intento de politizar a Barcelona. “Yo no he sido candidato a nada, no he sido a ninguna dignidad de elección popular, llegué al Ministerio del Deporte por una deferencia del señor Presidente (Rafael Correa), por mi historial deportivo, y trabajé con esa visión”.

Una postura similar ha tenido el vicepresidente electo del club, Carlos Alejandro Alfaro Moreno. El exjugador argentino mencionó en varias reuniones a los hinchas que sobre él pesa toda una institución de formativas de jugadores, y que no la pondría en riesgo por ‘meterse en la política’. Es más, el acuerdo con Barcelona es que la Escuela de Fútbol de Alfaro sirva como semillero de jugadores para el club.

Si tanto Cevallos como Alfaro han aclarado sus intenciones con Barcelona, ¿por qué se los sigue vinculando políticamente?

Barcelona, con una afición de millones de hinchas en el país y un estadio donde alberga a casi 60 mil espectadores, ha sido la panacea política de varios dirigentes del cuadro en las últimas décadas.

Antonio Noboa, actual presidente del club, es afiliado al extinto Prian. Además, en la campaña de Luis Noboa para asambleísta del distrito 3 (por el Prian) se usaron los escudos de Barcelona y del partido político en los afiches, incluso en las propagandas se mostraban fotos de Noboa con los jugadores.

Alfonso Harb, expresidente de la institución en 2011, fue integrante del Partido Social Cristiano (PSC) y del Prian. Eduardo Maruri llegó a la presidencia de Barcelona junto con Luis Noboa, pero antes formó parte de la directiva del partido político Una Nueva Opción (UNO). No terminó su gestión en el club y en 2010 renunció a su cargo por la falta de resultados deportivos. Su lugar fue ocupado en principio por Juan Carlos Estrada y luego por Harb.

Sobre la administración de Maruri, el propio Alfaro Moreno dijo que este lo había invitado a unirse en 2007. “Maruri comenzó su monólogo contándome que se iba a lanzar como candidato a la presidencia de BSC, pero que aspiraba a ser Alcalde y me ofrecía la vicepresidencia deportiva, y que después de 2 años me aseguraba que el club lo iba a manejar yo”, dijo el exjugador.

Jugadores en campaña

En Barcelona no son pocos los directivos que también fueron integrantes de un partido político. En ese grupo están inmersos los extitulares del club Heinz Moeller y Galo Roggiero, afiliados al PSC, al igual que Jaime Nebot, presidente vitalicio. El partido ha sido señalado por ser el eterno ‘administrador’ del equipo.

Entre 1996 y 1997, jugadores como José Gavica fueron vinculados a la política, específicamente en la campaña a favor de Abdalá Bucaram cuando fue candidato por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) a la Presidencia. Una vez posesionado, luego de vencer en las urnas a Jaime Nebot, Bucaram decidió también ser titular del club, en un hecho que llamó la atención en el mundo.

Para la Noche Amarilla de 1997 había anunciado que jugaría con el 9,5 en su camiseta y el 10 lo llevaría Diego Armando Maradona, a quien le pagaron $ 500.000 de adelanto, pero antes de que se diera el espectáculo, Bucaram fue destituido por ‘incapacidad mental para gobernar’ por parte del Congreso, en febrero de 1997.

El apellido volvió a relacionarse con Barcelona en 2002 cuando ‘Dalo’ Bucaram, hijo del expresidente, integró la plantilla y llegó a decirse que parte de los ingresos del club procedían de su padre.

‘Dalo’, exasambleísta por el PRE, anunció en noviembre de 2014 que sería candidato a la presidencia de la institución, pero luego declinó su postura. (I)

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