Una ecuatoriana que trabajaba en tareas de limpieza en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido, quien junto a un grupo de colegas latinoamericanos enviaron una carta al canciller británico Philip Hammond reclamándole un aumento salarial, fue despedida y varios de ellos sancionados, en un caso que provocó un verdadero escándalo en el seno del gobierno.

Katty Rojas, una limpiadora procedente de Ecuador que vive en Londres, no tiene duda alguna de que su despido se debió a la campaña que inició por una mejora salarial.

Los 14 empleados, entre ellos varios ciudadanos ecuatorianos, colombianos y de otros países latinoamericanos, recibieron una notificación de la contratista Interserve exigiéndoles que se presentaran a una entrevista para ser suspendidos o disciplinados, luego de haber enviado la misiva a Hammond por el aumento salarial.

El grupo enfrenta ahora ser despedido y denunció que fue blanco de amenazas por su campaña para mejorar sus salarios, aunque tanto la Cancillería como Interserve lo negaron categóricamente.

La polémica comenzó el pasado 21 de julio cuando los trabajadores le enviaron una carta a Hammond felicitándolo por su trabajo en el nuevo gobierno conservador y pidiéndole un aumento salarial.

Seis semanas más tarde el grupo de 14 trabajadores recibió una notificación de Interserve, en la que se indicaba que estaban “bajo investigación por haber hecho mala fama a la contratista”.

Tras el hecho, los trabajadores realizaron una protesta el lunes pasado fuera de la sede de la Cancillería británica, en el barrio gubernamental de Whitehall, que recibió el apoyo del grupo comunitario Citizens UK.
Rojas sostuvo que puede que Hammond no sepa que los trabajadores de limpieza fueron sancionados y algunos despedidos, pero agregó que ahora “él es el único que puede detener esto”.

“Yo era una de las mejores limpiadoras aquí. Nunca tuve problemas en mi trabajo. Algunos clientes enviaron correos electrónicos diciendo que era muy buena. Ellos me despidieron y mantuvieron a trabajadores que estaban en la compañía hacía dos años y que tenían problemas con ellos por mal comportamiento, y no a mí”, declaró la ecuatoriana al periódico inglés The Guardian.

“Todos mis colegas de trabajo saben que me despidieron porque quieren intimidar a los limpiadores y que aprendan una lección. Uno de mis jefes se rió en mi cara y me dijo: ‘Nunca vas a conseguir el subsidio por Londres enviando cartas al ministro porque no trabajas para la Cancillería’. Yo sé eso porque trabajo en el edificio de la Cancillería”, agregó.

Rojas consideró que “no es un crimen” pedir por un aumento salarial para ella y sus colegas de trabajo. “Esa paga no es suficiente para nosotros que trabajamos duro. Limpiar es horrible y es un trabajo duro. Nadie debería ser tratado como un criminal y ser despedido porque trate de defenderse y defender a sus colegas”, continuó.

Empleados reciben apoyo de Citizens UK

Por su parte la reverenda Rosemia Brown, líder comunitaria de Citizens UK, dijo que el grupo pide ahora a Hammond que intervenga para detener el proceso disciplinario y garantice que nadie en la Cancillería se sienta intimidado por enviar una carta.

Citizens UK le escribió a Hammond pidiéndole que analice el caso y que se ponga a la par de otros ministerios, como el del Tesoro, de Trabajo, Pensiones, Energía y Cambio Climático, que sí pagan un subsidio extra por el alto costo de vida en Londres.

Paul Jennings, del bufete de abogados Bates, Wells y Braithwaite, que representa a los empleados, afirmó que se trata “de un caso genuinamente preocupante”, al aclarar que pidió clarificación a la contratista Interserve antes de emprender acciones legales.

“La carta al ministro fue profesional y cortés. Describía una situación muy personal de las presiones que enfrentan quienes limpian la Cancillería”, señaló el jurista.

“Es muy preocupante que un grupo de trabajadores vulnerables y de bajo salario deban enfrentar posibles sanciones por denunciar el impacto de salarios bajos”, continuó Jennings. (I)

Datos

Los limpiadores reciben una paga de solo 7,05 libras esterlinas la hora ($ 11), que aumentará a 7,20 libras por hora a partir de abril próximo.

Los empleados pedían discutir el llamado adicional por el alto costo de vida en Londres, que elevaría el salario a 9,15 libras la hora ($ 14).

Un portavoz de la Cancillería británica confirmó que ese ministerio “está en proceso de desocupar el edificio de Old Admiralty (sede de la Cancillería) y por ello se redujo el número de limpiadores. No hemos tomado ninguna medida disciplinaria contra ellos”.

“Interserve nos garantizó que nadie fue despedido como resultado de una carta que pedía por un aumento salarial”, concluyó el vocero oficial.