Alyosha Barreiro es un mexicano carismático, con sonrisa abierta, sus ojos reflejan el amor por el arte que lleva en su sangre heredado de su padre, un escultor mexicano y su madre, una pintora checoslovaca. Cuenta que sus abuelos y madre emigraron de Checoslovaquia a Ecuador a consecuencia de la II Guerra Mundial, por esta razón siempre regresa a este país que estima como su segundo hogar.

Barreiro se graduó con honores en el Berklee College of Music y fue considerado como uno de los mejores percusionistas de su generación. Se inició con un proyecto como solista en el que combinó la música electrónica compuesta y producida por él mismo, con los instrumentos vivos que, digitalmente procesados y manipulados, crean atmósferas energéticas muy especiales y personales.

Alyosha, con expresión risueña, menciona que su nombre alude a uno de los personajes del famoso libro de Dostoyevski: Los Hermanos Karamazov; y se autodefine como un explorador sonoro.

¿Cómo se inició tu carrera musical?

Desde que me acuerdo quería ser músico, pero la primera vez que trabajé como músico fue a los 14 años, lo que quiere decir que desde muy joven tuve esta cercanía a los instrumentos y desde entonces no he dejado de trabajar en la música.

¿Qué haces actualmente en Ecuador?

Estoy visitando este país porque uno de mis proyectos, Prehispánica Electrónica (Alyosha Barreiro + Nok Niuk), obtuvo el premio Mushuk Nina Cultura Visionaria Ecuador.
El proyecto recibió este importante reconocimiento por su alta labor en beneficio de los pueblos ancestrales. Son premios importantes y relativamente jóvenes, se celebró su quinta edición el pasado 27 marzo en Machala. Estos premios buscan reconocer el trabajo, el alto compromiso y la labor cultural (música, poesía, danza, pintura, escultura y cinematografía) hecha en beneficio de la filosofía, espiritualidad y cosmovisión de los pueblos ancestrales.

Están tratando de encontrar gente que realmente esté cuidando la cultura autóctona latinoamericana y que esté tratando de honrarla... y nos encontraron. Lo que quiere decir que algo estamos haciendo bien en México y que resuena en Ecuador. El vínculo que tengo con este país se ha visto reforzado a través de la entrega de este premio, lo cual es muy lindo porque se genera una conexión entre México y Ecuador que son dos culturas hermanas.

¿En qué consiste tu proyecto premiado?

A través de este proyecto se pretende rescatar la cultura mexicana por medio de una nueva propuesta en la cual se fusiona el mundo ancestral con nuestra realidad contemporánea. Se pretende recuperar las tradiciones milenarias de los abuelos para ponerlas en escenarios grandes, fusionadas con el mundo electrónico, multimedia, como un resurgimiento de la cultura mexicana nativa.

‘Prehispánica Electrónica’ es un concepto original de Alyosha Barreiro y el legendario grupo Nok Niuk (de danza y música prehispánica), el cual mediante un espectáculo multimedia fusiona energética y mágicamente nuestras raíces ancestrales con el México contemporáneo. Su puesta en escena transporta a un mundo paralelo; un mundo único que amalgama atmósferas, ritmos, melodías generadas por tambores de gran potencia, diversos instrumentos de viento y sonidos electrónicos, y el movimiento de hasta 40 danzantes, que llenan el escenario de emociones y remembranzas de nuestro pasado majestuoso.

¿Cómo se puede relacionar el Buen Vivir con el proyecto ‘Prehispánica Electrónica’?

El Buen vivir es un concepto muy complejo que para mucha gente, quizá es muy difícil de entender plenamente. Definitivamente yo apoyo esta idea muchísimo, porque es, una de las cosas más importantes que he visto internacionalmente, y he viajado bastante. Que exista una organización como la Secretaría del Buen Vivir, que esté enfocada en hacer un núcleo sano dentro de la sociedad, para vivir mejor, es valioso. Esto no quiere decir que el gobierno vaya a regalar cosas o que tenga que dar, sino que es un cambio de mentalidad, y en eso creo que la música puede ayudar mucho, porque es importante recordar de dónde venimos, ya que se nos olvida rápidamente.

Ya no nos vestimos ni hablamos como antes, hemos perdido dialectos, costumbres y tradiciones. Es importante tomar la esencia y recordar de dónde venimos, me parece significativo y creo que todos los países deberían hacerlo. ‘Prehispánica Electrónica’ hace una propuesta nueva, toma la esencia y la potencia. Ecuador y México tienen un bagaje cultural muy importante que hay que rescatar. Lo más peligroso para una sociedad es perder su identidad porque con esta se pierden muchas cosas. Hay que aprender a transformarse, no cambiar sino sumar.

¿Cómo puede la música influir positivamente en nuestras vidas?

La música me transforma, desde que me despierto lo primero que hago es poner música que me pone de buen humor, y todo el día me mantengo rodeado de ella y se convierte en el soundtrack de la jornada, se vuelve mi acompañante fiel. Es una referencia de los momentos alegres y de los momentos tristes, se vuelve una ‘curita’ para sanar el alma. La música cura sociedades. Todo el mundo debería tomar un instrumento y perderle el miedo. La gente cree que la música es complicada y deberíamos quitarnos ese estigma. No es necesario ser afinado solo hay que ‘ser’ y hacerlo.

La música enseña a escuchar, asimilar y proponer algo nuevo, porque para ser músico se debe escuchar a los demás, es una premisa. Por ejemplo: hice un proyecto con la Secretaría de Educación de México con el cual, a través de la música, se logró que un grupo de jóvenes que tenían problemas se transformen en células positivas para la sociedad lejos del crimen y las drogas. El arte siempre será un aporte positivo para la sociedad. (O)