Fue una de las promesas de Daniel Noboa, convocar al pueblo para a través de consulta popular y referendo constitucional, se pronuncie sobre temas puntuales. Los resultados del domingo 21, demuestran la sabiduría del pueblo-( 9 preguntas gana el sí y 2 el no)- recogen el respaldo a su administración, definen la gobernabilidad del año restante de su gobierno, su futuro político y sin duda, el de la oposición. Las redes sociales, fueron el refugio de la campaña.
Estas herramientas, son parte del ejercicio democrático de un país, al incluir decisiones del Estado a la ciudadanía, no por ello deja de ser una inversión económica, en medio de evidentes problemas financieros de nuestro país.
Hubo controversia por la convocatoria al calificar de innecesaria, mientras el gobierno, de real interés e importancia en la búsqueda de mejorar la vida de los ecuatorianos; en la lucha contra el crimen organizado, extirpar la corrupción y acabar con la inseguridad. La popularidad del Presidente, cual electrocardiograma, con picos y caídas según la oscilación de sus decisiones.
Con favorable votación, Noboa, en garrocha dará el salto político para la reelección y representar el “clamor” ciudadano, como expresó hace unos días; además de otros beneficios, retos y desafíos. La legislatura está obligada a tratar los proyectos de ley derivados de la consulta, (60 días) que serán remitidos por el Presidente, mientras las autoridades locales harán curso intensivo para ‘’coquetear´´ con el gobierno y asegurar una relación fluida.
Con vía libre, el Presidente, con mano de hierro, puede continuar su administración junto con las Fuerzas Armadas que, a su vez tendrán mayor visión de intervención en la seguridad interna. Con los resultados obtenidos, el ejecutivo carga también una mochila pesada para convertir en acciones la respuesta ciudadana, a sabiendas que el tema de seguridad es vital para los ecuatorianos, como expresan los porcentajes del sí en las preguntas (A,F,Y,J)
El triunfo, le impide cometer errores. Debe gobernar con inteligencia y humildad para consolidar el apoyo de otras agrupaciones políticas. Lo conquistado en las urnas, no puede borrar con el codo; caso contrario, pondría en riesgo el apoyo a su gestión hasta el quinto mes del 2025 y quien sabe a futuro.
Está claro que ante los resultados, a la oposición, se le hará cuesta arriba minar la imagen del Presidente, así como ejecutar su hoja de ruta durante los restantes trece meses del gobierno de ADN. Veremos a asambleístas convertirse en ‘’independientes’’ y ciertos dirigentes junto a sus huestes, hacer “mutis por el foro”.
